Al finalizar en diciembre del año pasado su misión como observador militar en la base de Aweil, estado sur-sudanés de Bar el Gazal del Norte, Ngoc Son decidió visitar la base médica de su país que realiza tareas de mantenimiento de la paz en Bentiu.
Fue un viaje poco sujeto a programa, pues el oficial tenía que tomar cuatro vuelos para llegar a la base de Bentiu y el horario de esos viajes dependía de la evolución de la pandemia de Covid-19.
Tras llegar a Bentiu y cumplir las medidas de higiene para evitar contagios con el SARS-CoV-2, Ngoc Son inició su visita al hospital de campaña.
Cuando llegó a su destino a las cinco de la tarde, dedicó unos minutos a contemplar la bandera de Vietnam ondeada al lado del hospital.
Al intentar entrar, Ngoc Son fue detenido por la mayor Pham Thi Ngoc Hoa, la enfermera de la Sala de examen que estaba de guardia.
Hoa expresó su gran alegría al oír la respuesta en vietnamita de Ngoc Son y le dio la bienvenida, sin olvidarse, por supuesto, realizarle los reglamentarios procedimientos de control epidémico.
La mayor Doan Kim Cuc, doctora del Departamento de Medicina Interna, explicó al militar que además de las tareas de examen sanitario, tratamiento de pacientes y hacer guardia, el personal del hospital, excepto las mujeres, tiene que encargarse de la recepción en la entrada.
Pero ellas, advirtiendo el cansancio de sus compañeros por el trabajo, especialmente durante el brote del Covid-19, se ofrecieron como voluntarias en el puesto de recepción para aliviarles la carga. De esa forma, cada una toma un turno diurno de cuatro horas, agregó Cuc.
Comentó que debido a la complicada evolución de la pandemia y los altos riesgos de infección, la persona en la recepción también debe realizar rápidamente tareas de control de la enfermedad y llevar a los pacientes con fiebre al área de cuarentena.
La mayor Cao Thuy Dung, enfermera jefa, dijo a Ngọc Son que las féminas también se turnan en los departamentos para ayudar en la cocina. Y todo el personal lo agradeció porque sus platos son los más esmerados.
La teniente mayor Dong Thi Hung, enfermera del Departamento de Cirugía, le contó al teniente coronel Le Ngoc Son que lo más impactante para ellas cuando llegaron a Bentiu fueron las condiciones difíciles del lugar. El aeropuerto es un terreno baldío y los coches dejan grandes nubes de polvo a su paso, además de que las noches son muy frías y por el día el calor es sofocante. Son cosas a las que tuvieron que adaptarse en Sudán del Sur.
A Ngoc Son, le sorprendió el hecho de que superando las dificultades, las 10 mujeres que trabajan en el hospital, todas casadas, siempre se esfuerzan al máximo para atender a los pacientes y ayudarlos a recuperarse lo más pronto posible.
No obstante, fuera del horario laboral, ellas no pueden evitar extrañar a sus familiares.
Luego de llegar a Sudán del Sur, la mayor Ngo Kim Thoa, enfermera de la Sala de Operación, recibió la noticia de que su esposo y su hijo mayor fueron hospitalizados con dengue, mientras el menor tuvo que quedarse con los vecinos.
Thoa estaba muy preocupada y cuando terminó su turno, estuvo pendiente de la señal de internet para llamar a Vietnam, ya que la infraestructura de red es pobre en Sudán del Sur, a menudo se interrumpe y se limita a 2 gigabytes de datos por mes.
Afortunadamente, los familiares de ellas siempre comprenden y las alientan a seguir cumpliendo su misión en el país africano.
Debido al Covid-19, el hospital tuvo que endurecer el control para garantizar la seguridad, y el personal solo puede salir cuando no está de servicio.
"Para aliviar el tedio, nos dedicamos a cultivar verduras y flores, y así tenemos una provisión de alimentos extra y podemos decorar el hospital”, comentó la mayor Ta Thi Kieu Hoa, enfermera del Departamento de Medicina Interna al teniente coronel.
Por su parte, la capitana Le Thi Hong Van, doctora en Obstetricia, y la mayor Quan Thu Thuy se unieron a sus compañeros en el hospital para hacer sillas y mesas para regalar a una escuela primaria en Bentiu.
A pesar de las duras condiciones climáticas, el estricto control y el estrés por la intensidad del trabajo, ellas siempre conservan sus sonrisas optimistas.
La mayor Bach Thi Thuy Hang, enfermera de la Sala de Operación, resaltó que ellas siempre mantienen un espíritu optimista para tener fuerza y seguir luchando por la salud de los pacientes, así como para despejar de preocupaciones a sus familiares en Vietnam, lo que a Ngoc Son le complació.
De hecho, esas “bellas flores” de Vietnam en Sudán del Sur siempre muestran el vigor de la juventud, el entusiasmo y su afición por tomar fotos.
Ellas pueden posar al lado de los lechos de verduras, el jardín de flores o simplemente sobre las malezas, pero su lugar favorito es la puerta principal, donde hay un cartel que dice “Hospital de campaña de segundo nivel de Vietnam” y ondea la bandera nacional.
La mayor Dao Thi Le Thuy, enfermera del Departamento de Medicina Interna, acompañó a Ngoc Son al terminar la visita.
Tras recordarle usar siempre una mascarilla y llevar una botella de agua antiséptica para evitar contagiarse con el Covid-19, Thuy se despidió del oficial y le manifestó el deseo de que volviera a visitar el hospital cuando pudiera.
Ngoc Son se alejó del hospital en la base de Bentiu con buenos recuerdos sobre el personal, especialmente las 10 doctoras y enfermeras, las “flores” que siguen adornando y trayendo el agradable aliento a la vida.