Según la autora del artículo Megha Mandavia, la fase del “crecimiento dorado” de Vietnam ha terminado, sin embargo, lo que ha alcanzado el país indochino es lo que muchos otros países desean pero no han podido lograr en el contexto de una economía global tranquila y enfrenta la amenaza de recesión, inflación, precios altos y grandes cambios.
El artículo destaca que es probable que Vietnam esté entre los países de más rápido crecimiento en Asia el próximo año a pesar de una moneda nacional más débil (VND) y la disminución de las reservas de divisas.
Sin embargo, señaló, en realidad Vietnam está muy por delante del resto de Asia en términos de crecimiento económico, reservas de divisas y política monetaria flexible.
Según la autora, la situación podría volverse más complicada para Vietnam si el mundo cae en recesión. Sin embargo, gracias a la inversión en infraestructura, la fuerte liberalización comercial y la mano de obra barata, el motor de crecimiento del sector de manufactura de Vietnam se mantedrá.
Al mismo tiempo, Vietnam también tiene la ventaja al registrar un crecimiento interanual del 13,7 por ciento del Producto Interno Bruto en el tercer trimestre de 2022 gracias a un fuerte aumento de las exportaciones a Estados Unidos, comentó.
Además, el artículo del WSJ afirma que Vietnam también está parcialmente "aislado" del aumento de los precios mundiales de los alimentos y casi no se ve afectado por esa situación global, porque el país es uno de los productores y exportadores del arroz más importantes del mundo.
En otras palabras, Vietnam es una potencia alimentaria, por lo que la obsesión por aumentar los precios mundiales de este producto básico no amenaza al país de casi 100 millones de habitantes, señaló.