En consecuencia, señaló que Vietnam seguirá beneficiándose de su bajo costo de mano de obra. El país tiene una fuerza laboral relativamente grande y bien educada en comparación con muchos otros competidores regionales en el Sudeste Asiático, lo que lo convierte en un centro atractivo para la producción manufacturera de las multinacionales.
Además, se espera un rápido crecimiento del gasto de capital, lo que reflejará una fuerte inversión extranjera directa por parte de multinacionales extranjeras, así como el gasto interno en infraestructura. Se prevé las fuertes inversiones en el sector de infraestructura durante la próxima década.
El artículo evaluó que muchas multinacionales han estado diversificando sus cadenas de suministro de suministro durante la última década para reducir la vulnerabilidad a las interrupciones y los eventos geopolíticos.
Vietnam ha sido uno de los destinos preferidos por Corea del Sur y las empresas japonesas que optaron por trasladar su producción a la región de la Asean.
En conclusión, escribió el autor sobre las perspectivas económicas a mediano plazo, un gran número de factores positivos de crecimiento están creando vientos favorables y seguirán impulsando el rápido crecimiento de la economía de Vietnam.
Se espera que esto impulse un fuerte crecimiento del Producto Interno Brtuo (PIB) total del país, así como del PIB per cápita. Las perspectivas económicas de 2024 a 2026 apuntan a una rápida expansión económica.
Con una fuerte expansión económica proyectada para la próxima década, se prevé que el PIB total de Vietnam aumente de 410 mil millones de dólares en 2022 a 500 mil millones de dólares en 2025 y a 750 mil millones de dólares en 2030.
Esto se traduce en un crecimiento muy rápido del PIB per cápita, de cuatro mil 150 dólares por año en 2022 a cinco mil dólares en 2025 y siete mil 300 dólares en 2030, lo que resultará en una expansión sustancial en el tamaño de su mercado de consumo interno.