Este ilustre prócer de la Revolución forjó una diplomacia moderna y la condujo para superar las dificultades en contribución a la conquista de la independencia y la reunificación de la Patria. Guiado por el patriotismo e imbuido de las tradiciones culturales nacionales, especialmente con su sabiduría y sus experiencias enriquecidas durante décadas de la carrera revolucionaria en ultramar, legó a la diplomacia moderna de Vietnam su pensamiento excepcional.
Este tesoro incluye los principios fundamentales, las medidas, el estilo y el arte de la diplomacia. Destaca los derechos básicos como la independencia nacional asociada con el socialismo, la soberanía y la integridad territorial, al igual que la reunificación del país, la paz y la lucha contra la guerra invasora.
Según el líder vietnamita, la diplomacia debe servir a los intereses del pueblo, mientras la independencia y la resiliencia deben vincularse con la solidaridad y la cooperación internacional, en las cuales Vietnam está dispuesto a ser amigo de todos los países sin perjudicar a ninguno de ellos.
En su pensamiento diplomático, el Presidente Ho Chi Minh concedía alta importancia a la amistad y la cooperación con los países vecinos, y a la ampliación de los lazos con otras naciones en la región y el resto del mundo, así como al mantenimiento de buenos nexos con las grandes potencias, a favor de la revolución.
En cuanto a los métodos, consideraba a la diplomacia como un frente y una de las fuerzas que constituyen la Revolución vietnamita. De esta manera, aplicaba la estrategia “Luchar en el combate y hablar en mesas de negociaciones paralelamente”, que combinaba el potencial de la nación con las ventajas de la época en que vivía para crear fuerzas combinadas. Siempre adaptaba la situación nacional a la evolución de cada etapa histórica de la humanidad, dando importancia a las potencias mundiales y las tendencias principales.
En especial, su pensamiento pone en alto el criterio “ser firme en los principios invariables para adaptarse a la situación cambiante”, que usa lo inmutable para responder a los cambios coyunturales, persistiendo en los objetivos primordiales y cumpliéndolos con flexibilidad. Además, muestra también el amor del pueblo vietnamita por la paz y aboga por solucionar las diferencias por medios pacíficos.
Sobre la base de la cultura nacional, esta ideología cristaliza la quintaesencia cultural de la humanidad, combinando con agilidad los rasgos originales de Oriente y Occidente. En cuanto a la forma de pensar, el tío Ho destacaba la importancia del enfoque integral “Visión amplia, reflexión profunda” para comprender la tendencia común y la evolución del progreso social.
En el comportamiento, combinaba armoniosamente los valores nacionales e internacionales para acercar a la gente. Mientras, en las conversaciones, mostraba un estilo sencillo para transmitir los mensajes diplomáticos.
Lo más destacado del arte diplomático del presidente Ho Chi Minh radica en el dominio de cinco principios de conocer (conocerse a sí mismo, conocer a la gente, conocer la actualidad, conocer el límite y conocer la flexibilidad), es decir, la capacidad para crear la oportunidad y aprovecharla a favor de una diplomacia íntegra que gane la confianza de la población con el humanismo, la justicia y la moral.
Cabe mencionar que hoy en día, los logros de la diplomacia vietnamita en la empresa de liberación, integración, salvaguardia y construcción nacionales han evidenciado el ingenio del líder en la aplicación del arte diplomático para llevar la revolución al éxito.
La realidad ha demostrado que el pensamiento diplomático del Presidente Ho Chi Minh se considera un patrimonio invaluable, el fundamento de la fuerza nacional y la llave que garantiza el cumplimiento exitoso de los lineamientos relativos a esa labor del Partido Comunista de Vietnam en las distintas etapas revolucionarias.
Gracias a la creatividad en la aplicación de esa ideología en la nueva era, la diplomacia nacional ha obtenido varios logros importantes, lo que contribuye a garantizar el entorno pacífico y atraer nuevos recursos para respaldar el progreso, la salvaguardia de la soberanía y la integridad territorial de la Patria, así como elevar la posición de Vietnam en la arena internacional.
Hasta la fecha, Vietnam ha mantenido relaciones diplomáticas con 189 de los 193 Estados integrantes de la ONU y ha ampliado sus nexos de asociación estratégica e integral con 30 naciones. Ha otorgado especial importancia a los lazos con los países vecinos que comparten la línea fronteriza común, además de los socios estratégicos e integrales, y ha realizado esfuerzos en pos de impulsarlos.
Además, ha profundizado sus vínculos con sus socios hacia la estabilidad y sostenibilidad. Por otra parte, ha resuelto problemas pendientes y otros que surgen y ha realizado esfuerzos para desarrollar las relaciones cada vez más prácticas con vecinos en la región y los amigos tradicionales.
El proceso de integración internacional de Vietnam ha sido cada vez más amplio y efectivo. En materia de economía, Hanói se ha convertido en un eslabón importante en numerosas asociaciones económicas mediante la firma de una serie de acuerdos de libre comercio, creando así enormes impulsores para el desarrollo socioeconómico.
Según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Vietnam figuró entre las 20 principales economías con mayor contribución en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 2019.
A pesar de la recesión de la económica mundial generada por los impactos de la pandemia del Covid-19, la nación indochina ha logrado una tasa de crecimiento positiva y alta en la región y ha profundizado la integración global en los asuntos de política, seguridad, defensa, sociedad y cultura, al igual que en otros campos.
Con una nueva posición y una fortaleza consolidada, Vietnam ha contribuido en gran medida al despliegue de las actividades de casi todas las organizaciones y foros internacionales importantes y ha realizado con éxito diferentes misiones.
En particular, desempeña satisfactoriamente su papel como presidente de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en 2020 y miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el período 2020-2021.
De esa manera, ha coadyuvado positivamente a la solución de diversos asuntos internacionales trascendentales como garantizar la seguridad alimentaria, promover la cooperación en la prevención del Covid-19 e impulsar la paz y la reconciliación en la península coreana.
Entretanto, en un entorno internacional cada vez más complejo, las labores exteriores han aportado efectivamente a la defensa de la soberanía y la integridad territorial de la Patria. Vietnam ha hecho esfuerzos para construir fronteras terrestres de paz, amistad y desarrollo con Laos, Camboya y China.
Dadas las complejidades producidas en el Mar del Este, Hanói ha evaluado correctamente la situación y mantenido con firmeza una posición combativa para solventar los incidentes de forma oportuna, sabia y decisiva, así como para proteger con firmeza la soberanía e integridad territorial y los derechos legítimos del país en esta zona marítima.
Además de los resultados antes mencionados, cabe destacar los logros de los asuntos exteriores en otros pilares y áreas importantes. La diplomacia del Partido y la del Estado, el intercambio pueblo a pueblo, los trabajos exteriores de la Asamblea Nacional y otros en materia de defensa y seguridad han sido realizados con eficiencia y fluidez.
Por otro lado, Hanói ha adoptado activamente la diplomacia económica y la cultural, la protección de los ciudadanos, los trabajos relacionados con los coterráneos en ultramar y la información al exterior, en contribución al éxito común del país en esta materia.
En el umbral de la tercera década del siglo XXI, el mundo vive grandes, profundas e impredecibles fluctuaciones. La paz, la cooperación y el desarrollo siguen siendo tendencias principales. Sin embargo, la pandemia causada por el Covid-19 ha acelerado los profundos cambios en la coyuntura mundial. En Vietnam, esta enfermedad ha afectado directamente el entorno de seguridad y el desarrollo.
Este contexto requiere que el país siga aplicando creativamente el pensamiento diplomático del Presidente Ho Chi Minh, para situarlo al corriente de la era y crear una gran fuerza impulsora para conducir la revolución a nuevas hazañas.
En este sentido, cabe resaltar el papel pionero de la diplomacia nacional en la consolidación del entorno internacional favorable, a fin de atraer recursos para el desarrollo, elevar la posición del país y anticipar cualquier situación para defender la Patria.
La diplomacia de Estado, la diplomacia del Partido y el intercambio pueblo a pueblo, considerados como las “armas” de la política exterior, deben trabajar conjuntamente para aprovechar las nuevas oportunidades y manejar con eficacia los complejos desafíos que se presenten, además de utilizar adecuadamente el principio “ser firme en los principios invariables para adaptarse a la situación cambiante”.
En consecuencia, necesitan mantenerse firme en el objetivo de defender los intereses nacionales, que implican la paz, la soberanía y la integridad territorial, así como elevar la posición nacional en la arena internacional, a la vez que tomar estrategias y acciones flexibles y hábiles para enfrentar el cambio constante del escenario mundial.
Ante los complicados sucesos en el Mar del Este, el sector diplomático debe persistimos en las medidas pacíficas destinadas a resolver las disputas y "luchar decididamente hasta el final para proteger los derechos más sagrados, que son la integridad territorial de la Patria y la independencia nacional”, tal y como señaló el tío Ho, además de continuar promoviendo una amplia integración internacional para brindar beneficios prácticos a los ciudadanos y las empresas.
La aplicación de las ideas del Presidente Ho Chi Minh en el fortalecimiento de la solidaridad y la cooperación internacional requiere que el país mantenga los lazos con las naciones vecinas, profundice los vínculos con otros países y eleve la dimensión de la diplomacia multilateral.
Ante la nueva situación, los diplomáticos tienen que esforzarse y capacitarse constantemente como lo indicó el tío Ho: "Solo mediante el autoaprendizaje y los esfuerzos personales y colectivos, la diplomacia podría satisfacer las necesidades del país.”
La diplomacia vietnamita moderna necesita personas moralmente iluminadas y dotadas de profundos conocimientos profesionales para cumplir sus tareas asignadas. En particular, deben seguir la enseñanza del tío Ho: “Servir por el bien de la nación y actuar como un sabio diplomático para cumplir este fin.”
Conducida por el pensamiento de Ho Chi Minh, la diplomacia vietnamita continuará cosechando nuevos éxitos, en aras de contribuir a la causa de construcción y defensa de la Patria y tomar acciones más allá del nivel nacional para que Vietnam se haga sentir en el mundo.