Hoy en día, quienes visitan Vietnam ya no se conforman con comprar especialidades como recuerdo, sino que buscan experimentar el proceso de producción, escuchar las historias de los oficios tradicionales y conectar con la cultura local. Por ello, numerosas empresas turísticas han integrado los productos OCOP en sus programas.
Pham Anh Vu, director de la compañía de Comunicación de Turismo de Vietnam, explicó que desde el dulce de coco de Ben Tre, el té de loto de Dong Thap, el café civeta de Lam Dong hasta el té y la leche de Moc Chau, todos se incluyen como parte esencial de la experiencia.
Algunos recorridos destacados son el de Cai Be, donde los turistas cosechan fruta en el huerto y observan la elaboración de productos certificados OCOP; el de Van Phuc, donde conocen el tejido de seda tradicional; o el de Bat Trang, donde moldean cerámica y se llevan sus propias piezas.
Elegimos no solo lo bonito y lo sabroso, sino aquello capaz de narrar la historia de la gente, la cultura y el proceso que lo origina.
Mientras tanto, Hoang Thuy Linh, subdirectora de Marketing y Comunicación de la empresa Saigontourist, afirmó que un producto OCOP debe cumplir tres criterios para incorporarse a los tours: reflejar la identidad regional, ofrecer experiencias atractivas y contar con la participación activa de la comunidad local. “Solo cuando los habitantes son protagonistas del servicio, el valor turístico se expande de manera sostenible”, señaló.
Según Nguyen Tran Hoang Phuong, presidente de Golden Smile, el mercado internacional aprecia las experiencias participativas —como cocinar platos típicos o elaborar manualidades—, lo que impulsa a las agencias a segmentar los tours según el perfil del visitante.
A pesar de su gran potencial, Anh Vu señaló que muchos productos OCOP carecen de atractivo estético o de una historia suficientemente profunda para interesar a turistas internacionales, mientras que varias localidades, aunque producen en gran escala, aun no invierten en servicios básicos como recepción, guías, alojamiento o higiene.
Propuso que, aunque algunos homestays en zonas remotas resultan pintorescos, no cumplen con los requisitos mínimos de limpieza, comodidad o idiomas para extranjeros, por lo que se necesitan programas de capacitación en atención al cliente, narración cultural y manejo de situaciones.
De acuerdo con las empresas del sector, la vinculación OCOP–turismo comunitario no solo genera beneficios económicos, sino que permite a los habitantes compartir su identidad cultural con viajeros de todo el mundo. Sin embargo, para consolidar el modelo se requiere una estrategia bien definida y la participación de todo el ecosistema: gobiernos locales, empresas y comunidades.
Asimismo, es clave impulsar la transformación digital, crear plataformas integrales para promocionar productos OCOP, vender entradas en línea, recopilar retroalimentación, gestionar tours y supervisar la calidad de los servicios en tiempo real.