La conferencia evaluó que después de las victorias iniciales, las unidades habían reorganizado completamente sus fuerzas y construido unos 100 kilómetros de trincheras. Las trincheras impidieron los refuerzos franceses y ayudaron a que la potencia de fuego vietnamita de todos los tamaños, desde morteros y superiores, alcanzara las posiciones enemigas. En particular, este trabajo ayudó a neutralizar los intensos bombardeos de las tropas francesas y reforzar el asedio, creando las condiciones para que los soldados vietnamitas se acercaran y atacaran al enemigo.
En el lado de los colonialistas, una parte significativa de sus fuerzas fue destruida en la primera fase, pero su número de tropas seguía siendo grande y su potencia de fuego no artillera era fuerte debido a su rápido reabastecimiento. En su sistema de defensa del enclave militar, la subdivisión central era la principal zona de defensa. Su punto fuerte era el terreno elevado del este. Si los vietnamitas lograban aniquilar esas alturas, la subdivisión central se debilitaría y el enclave militar se vería seriamente amenazado.
Por consiguiente, el Alto Mando de la campaña fijó como tarea para el segundo ataque ocupar las alturas defensivas del este del sector central, amenazar al ejército enemigo en Muong Thanh, eliminar las fuerzas enemigas, incluidas varias unidades móviles, y crear las condiciones para un ataque general que acabara con todo el sector de Dien Bien Phu. Sobre esa base, el Mando de la Campaña asignó tareas específicas a los Cuerpos 312, 316, 308 y 315 y a la División 57 (Cuerpo 304), para preparar ataques destinados a aniquilar al enemigo.
El mismo día, la Comisión Militar Central anunció los planes militares y políticos.