18 de marzo de 1954: Preparando el campo de batalla, soldados vietnamitas cavan trincheras para la fase 2 de la Operación de Dien Bien Phu

En preparación de la nueva fase de ofensiva, desde lo alto de las laderas de las montañas, los soldados vietnamitas cavaron trincheras en todo el campo de Muong Thanh.
Unidades de infantería mecanizada envian soldados urgentemente a Dien Bien Phu. (Foto: VNA)
Unidades de infantería mecanizada envian soldados urgentemente a Dien Bien Phu. (Foto: VNA)

Esta tarea y el asedio se asignaron de la siguiente manera (según un extracto de las órdenes del Alto Mando del Ejército): El Cuerpo 308 construirá una línea de trincheras desde el sur de la posición de la colina Doc Lap hasta las aldeas de Ban Keo, Pe Noi y Nam Bo, con el objetivo de atacar la posición 106. El Cuerpo 312, a su vez, asumirá la misión de abrir una línea de trincheras desde el sur de la posición de la colina Doc Lap y conectando con las construidas por el Cuerpo 308 a través de Him Lam y Long Bua, y uniéndose posteriormente a las trincheras excavadas por el Cuerpo 316. El Cuerpo 312 también se encargará de preparar ataques contra las posiciones D, E y 105. El Cuerpo 316 tendrá la tarea de construir trincheras desde Long Bua hasta las desarrolladas por el Cuerpo 312 a través de las aldeas de Ban Banh y Ban Ten, en preparación de las arremetidas contra las posiciones A y C.

En comparación con los tiempos anteriores al inicio de la campaña de Dien Bien Phu, construir el campo de batalla esta vez fue una tarea mucho más ardua. Después de cenar, los soldados vietnamitas salieron de su guarnición y pasaron la noche cavando trincheras. Tuvieron que trabajar duro, entre 14 y 18 horas al día. Incluso en las noches frías, gotas de sudor les corrían mientras cavaban las trincheras; frente a algún terreno duro o rocoso, sus manos se ampollaban y sangraban.

Cuando las trincheras se extendían por decenas de kilómetros a través del campo, no había forma de camuflarse para ocultarse del enemigo. Entonces había que pagar con sangre cada palmo de terreno. La artillería enemiga disparaba toda la noche contra las trincheras que habían descubierto durante el día. Los aviones lanzaban continuamente paracaídas con luces para detectar los objetivos de los siguientes bombardeos. El enemigo envió tropas a los campos de batalla cercanos, expulsó a los soldados de guardia, niveló las trincheras y plantó minas para impedir que nuestros soldados siguieran cavando.

La Fuerzas Aéreas francesas estaban confundidas por las actividades de la artillería terrestre y antiaérea de Vietnam para controlar aeropuertos y sus tropas. Laurrain, comandante de las Fuerzas Aéreas de Francia en Indochina, informó al general Navarre que los suministros vía aérea aumentaron de cuatro a diez mil toneladas y que ordenó a los pilotos de los aviones Dakota que lanzaran suministros en paracaídas desde una altitud de dos mil a tres mil metros para evitar el fuego de la artillería antiaérea vietnamita.