Vietnam - el faro de esperanza del mundo

Vietnam se convirtió en el faro de esperanza al mundo y la barrera de contención de las fuerzas imperialistas sobre el mundo. La fecha del 30 de abril de 1975 se convirtió en un símbolo para los países oprimidos, colonizados e incluso aquellos separados en el mundo, de que es posible y que una nación nunca debe separarse por ningún concepto y ante ello debe persistir la voluntad de la reunificación.
El doctor Ruvislei González Sáez, investigador principal del Centro de Investigaciones de Política Internacional. (Fotografía: VNA)
El doctor Ruvislei González Sáez, investigador principal del Centro de Investigaciones de Política Internacional. (Fotografía: VNA)

Durante un intercambio con corresponsales de la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) en La Habana, el doctor Ruvislei González Sáez, investigador principal del Centro de Investigaciones de Política Internacional, destacó que el 30 abril de 1975- día de la liberación del Sur y reunificación nacional- tiene un doble significado para Vietnam y para el mundo.

En primer lugar, demostró que la persistencia y voluntad inquebrantable del líder histórico Ho Chi Minh y del pueblo vietnamita llevarían a la victoria total. Que solamente había un Vietnam y ese era el que había enrumbado el camino hacia el socialismo, indicó.

En segundo lugar, la victoria de Vietnam se convirtió en un símbolo para los países oprimidos, colonizados e incluso aquellos separados en el mundo, de que es posible y que una nación nunca debe separarse por ningún concepto y ante ello debe persistir la voluntad de la reunificación, continuó.

De acuerdo con el erudito cubano, Vietnam tras la reunificación debió enfrentar retos muy grandes que impidieron tomar el rumbo del desarrollo inmediato. La nación reunificada debía comenzar a levantarse de los escombros y destrucciones causadas por una guerra que al día de hoy ha dejado huellas palpables con minas sin explotar y no poder usar tierras valiosas por estar minadas. El Partido y gobierno debían armonizar un modelo de desarrollo socioeconómico que hasta ese momento se encontraba contrapuesto el del norte con el del sur. El primero impulsado por una economía centrada en la industria pesada, mientras el sur en una economía de servicios.

El liderazgo partidista, la planificación, el cambio de mentalidad ajustado a las nuevas condiciones, la liberación de las fuerzas productivas dejando al lado el dogmatismo y esquematismo permitieron poner en primer lugar al ser humano y su mejoramiento de vida al punto que condujo que Vietnam pasara de ser uno de los 15 países más pobres del mundo en los años 1980-1981 a ser una de las 15 naciones más dinámicas en la actualidad, con mayor crecimiento y aspira a convertirse para el 2045 en una nación desarrollada, señaló.

Valoró que los logros de Vietnam son perceptibles en todos los terrenos de la vida socioeconómica de la nación. Los niveles de educación se han elevado, la calidad de los servicios, el avance tecnológico y de innovación, van ubicando a Vietnam en una posición destacada y sin duda uno de los últimos tigres asiáticos, aun cuando también enfrenta retos.

La experiencia práctica vietnamita ha dado lecciones al mundo y es ejemplo de relaciones internacionales en el actual complejo escenario internacional, afirmó.

Amplió que no es solo ejemplo para los países del llamado Sur Global, sino también para las grandes potencias, al no convivir con rencor, tener relaciones con todos y ser amigos de todos.

La diplomacia vietnamita pasó a ser de nación subdesarrollada a una de potencia media con una elasticidad como la propia expresada por el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, una diplomacia de bambú, apuntó. La inserción internacional exitosa vietnamita tiene que ver en lo fundamental con el establecimiento en la estrategia de defensa nacional de los cuatro no: no alianzas, no bases extranjeras, no secundar a otro país para atacar a un tercero, ni tampoco ser el primero en atacar, agregó.

Según doctor Ruvislei, la reunificación, la paz y la estabilidad han conducido a que Vietnam pasara de ser un país que ha estado recibiendo la cooperación internacional a un país que aun con desafíos ya puede ofrecer apoyo a otras naciones. De un país receptor neto de inversiones extranjeras a uno que ya ha comenzado a invertir en el extranjero y con capacidad de competencia.

En ese sentido, se abre un gran potencial para la cooperación bilateral de beneficio mutuo. La cooperación entre Cuba y Vietnam ha sido desinteresada e histórica, ambas partes pueden aprovechar sus capacidades para apoyar a la otra parte y elevar la colaboración con resultados concretos, dijo.

Las relaciones con América Latina se han centrado básicamente en el comercio, aunque se han elevado algunas inversiones puntuales, pero el tema cultural, educativo, ciencia e innovación, agricultura, entre otros abre mucho potencial con la región de América Latina y el Caribe. Hay mucho potencial, pero ambas partes deben conocerse más. El creciente vínculo de Vietnam con América Latina y el Caribe abre un gran campo de oportunidades, a pesar de la distancia.

"Persistir en la unidad nacional y en la estrategia de seguir avanzando para convertirse en un país desarrollado. Vietnam es un país de cultura milenaria y de guerreros que han debido enfrentar a grandes potencias mundiales y ha salido victoriosa. Es un país grande y no por el tamaño del país, sino por el valor de su pueblo. No olvidar nunca la historia ni regresar hacia un camino diferente del rumbo tomado al socialismo. Hoy es ejemplo de construcción de nueva sociedad", aseveró el experto latinoamericano en un mensaje dirigido al pueblo vietnamita y en especial a la generación joven.

VNA