El nuevo decreto, que entró en vigor el 8 de julio de 2025, revisa los criterios de producción mínima para las empresas que deseen beneficiarse de aranceles preferenciales de importación para componentes automotrices. Esta política está diseñada para incentivar a las empresas a orientarse hacia la producción de vehículos ecológicos.
En específico, los vehículos respetuosos con el medio ambiente, como los eléctricos, de pila de combustible, los híbridos, biocombustibles y de gas natural, se sumarán a la producción total para calificar para los incentivos aplicables a los vehículos de gasolina y petróleo.

Además, las empresas que compartan un mismo propietario con más del 35 por ciento del capital estatutario podrán consolidar su producción de vehículos fabricados y ensamblados para cumplir con los requisitos de los incentivos. La empresa propietaria será responsable de declarar con precisión la producción y el porcentaje de capital, y en caso de inexactitud, se aplicarán recargos fiscales y sanciones.
El Decreto también modifica los aranceles de varios productos, como el fósforo amarillo, una materia prima crucial para la producción de fertilizantes, baterías de litio y semiconductores. A partir del 1 de enero de 2026, el arancel de exportación de ese rubro aumentará del cinco al 10 por ciento, y seguirá incrementando hasta el 15 por ciento a partir del 1 de enero de 2027. Esta medida tiene como objetivo proteger los recursos nacionales, minimizar el impacto ambiental y orientar el desarrollo de industrias estratégicas como la fabricación de chips semiconductores, baterías para vehículos eléctricos y productos químicos industriales de alta gama.
Igualmente, el arancel de importación de chapas de acero negro laminada para estañado (hojalata negra) subirá del cero al siete por ciento, a partir de septiembre venidero.
En el caso del polietileno, algunos tipos también estarán sujetos a un arancel de importación del dos por ciento, en lugar del cero por ciento anterior.