A medida que la población envejecida del país crece rápidamente, y se proyecta que alcanzará un 25 por ciento del total de los habitantes para 2030, la tecnología se considera una solución clave para abordar la escasez de personal sanitario. Se espera que la IA ayude a los médicos a gestionar afecciones no críticas, agilice las tareas administrativas y apoye a los cuidadores al tiempo que promueve la independencia de los ancianos.
La Junta de Vivienda y Desarrollo de Singapur (HDB) introdujo la tecnología de IA en el hogar para detectar caídas y enviar alertas. Sin embargo, los expertos enfatizan la necesidad de una implementación cuidadosa para proteger la privacidad y la autonomía del usuario.
Más allá de Singapur, Sensi.AI, con sede en Estados Unidos, ha desarrollado un sistema complementario de IA que analiza señales de audio para detectar posibles problemas de salud. Con el sistema ya en uso por decenas de miles de personas mayores en Estados Unidos, la empresa considera ahora la expansión a Asia.