Mercado inmobiliario de Vietnam se enfoca en valor real para 2026

El mercado inmobiliario de Vietnam transita hacia un nuevo ciclo de desarrollo basado en valores fundamentales, donde primarán la demanda real, proyectos con viabilidad comprobada y empresas con sólida capacidad operativa, dejando atrás las etapas de especulación y crecimiento sobrecalentado que caracterizaron períodos anteriores.

El mercado inmobiliario de Vietnam se enfoca en valor real para 2026. (Foto: VNA)
El mercado inmobiliario de Vietnam se enfoca en valor real para 2026. (Foto: VNA)

Los analistas coinciden en que 2026 marcará el inicio de una fase de “estabilización estructural” para el sector, después de superar un prolongado proceso de ajuste y saneamiento entre 2022 y 2024, considerado el más intenso en más de una década. Durante ese período, numerosas empresas abandonaron la industria, proyectos quedaron estancados y los precios en varios segmentos se corrigieron acercándose a su valor real.

El próximo ciclo no verá las grandes olas especulativas de etapas como 2016-2018 o 2020-2021. El mercado crecerá lentamente, pero de manera más sostenible. Las oportunidades estarán únicamente en productos con demanda genuina, marco legal transparente y capacidad real de explotación, señaló Can Van Luc, economista jefe del Banco de Inversión y Desarrollo de Vietnam (BIDV).

Este escenario de mayor estabilidad cuenta con el respaldo de un entorno macroeconómico más controlado, donde las tasas de interés crediticio se han moderado y mantenido en niveles razonables, reduciendo la presión financiera tanto para las empresas constructoras como para los compradores finales. Además, la aplicación coordinada de las leyes revisadas de Tierras y de Empresas Inmobiliarias, a partir de 2025-2026, constituye un punto de inflexión crucial para el sector.

Para el presidente de la Asociación Inmobiliaria de Ciudad Ho Chi Minh, Le Hoang Chau, este renovado marco legal actuará como un “filtro natural” para el mercado.

Al endurecerse y hacerse más transparente la normativa, el sector dejará de ser un campo fértil para proyectos especulativos. Esto podría ralentizar el ritmo de desarrollo, pero a cambio garantizará mayor seguridad y sostenibilidad para todo el mercado, explicó.

En ese nuevo contexto, las oportunidades comerciales se concentrarán principalmente en segmentos vinculados a necesidades de uso concretas. La vivienda para personas de ingresos medios, los desarrollos urbanos integrales y el inmobiliario industrial se perfilan como los focos de crecimiento más dinámicos para el próximo año.

Según el presidente de la Asociación de Corredores Inmobiliarios de Vietnam, Nguyen Van Dinh, el cambio decisivo radica en la evolución del comportamiento de compradores e inversionistas.

Tras las costosas lecciones de la especulación, el mercado está regresando a los valores reales. Los compradores ahora se interesan más en la habitabilidad, la explotación y el uso a largo plazo, en lugar de fijarse solo en la expectativa de revalorización, afirmó.

La demanda habitacional, impulsada por la continua urbanización del país, mantiene su papel como pilar del sector, aunque con un claro redireccionamiento hacia productos de gama media y asequibles, en contraste con el enfoque en segmentos premium del pasado.

Paralelamente, el inmobiliario industrial continuará su rol como locomotora del mercado en 2026. El flujo de inversión extranjera directa hacia Vietnam, aunque influenciado por el contexto económico global, mantiene una tendencia positiva gracias a las ventajas competitivas del país en ubicación geográfica, costos y estabilidad del entorno de negocios.

El inmobiliario industrial ya no es una historia de corto plazo. La demanda de alquiler de terrenos en parques industriales, naves preconstruidas y almacenes modernos seguirá creciendo. Lo crucial es que los desarrolladores creen productos profesionales, vinculados a estándares ecológicos y eficiencia operativa, en lugar de solo perseguir metros cuadrados y precio de alquiler, destacó el director general de Avison Young Vietnam, David Jackson.

Para los inversionistas individuales, el 2026 marcará un retorno selectivo al mercado, con una clara preferencia por activos que generen flujo de caja estable y plazos de recuperación más largos, pero con menor riesgo, en contraste con las estrategias de alto apalancamiento financiero del pasado.

Las empresas desarrolladoras, por su parte, enfrentan requisitos más exigentes en capacidad financiera y calidad de gestión. Aquellas que hayan culminado con éxito procesos de reestructuración, reducido sus niveles de endeudamiento y enfocado su portafolio en productos alineados con la demanda real del mercado serán las mejores posicionadas para la nueva etapa.

Las oportunidades en 2026 ya no estarán al alcance de empresas que desarrollen proyectos de manera dispersa. El mercado realizará una criba muy rigurosa. Las compañías sin capacidad real, que no comprendan a su cliente final, tendrán dificultades para sobrevivir y crecer, advirtió Le Hoang Chau.

Aunque el panorama para el próximo año se evalúa de forma más positiva que en el período inmediato anterior, especialistas subrayan que el sector inmobiliario no será un territorio prometido para todos los actores. Las oportunidades se concentrarán en aquellos segmentos, localidades y empresas con preparación meticulosa, estrategias de largo plazo y un enfoque prudente. El mercado avanza hacia una etapa de desarrollo más estable, donde el valor real reemplaza definitivamente a la especulación, y donde la paciencia, el conocimiento profundo del sector y la visión de futuro serán los principales activos para el éxito.

VNA
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