Con la nueva normativa, las empresas de valores deben evaluar los riesgos de pago de los inversores institucionales extranjeros para determinar la cantidad de dinero necesaria cuando realizan órdenes de compra de acciones en virtud del acuerdo entre las dos partes.
Si los inversores no realizan el pago completo de sus transacciones de compra de acciones, la obligación de pago del déficit se transferirá a las empresas de valores donde los inversores realizan sus órdenes.
De acuerdo con el último informe de SSI, un corredor líder en Vietnam, este es un paso audaz para que el mercado de valores del país indochino cumpla con los requisitos del FTSE Russel para pasar de la categoría de mercado fronterizo a la de mercado emergente. Con esta decisión, el mercado podría atraer hasta 1,7 mil millones de dólares de fondos cotizados en bolsa (ETF), mientras que las entradas de capital de los fondos activos podrían ser cinco veces mayores que las de los ETF.
Además, se espera que la iniciativa se convierta en un catalizador para revertir los flujos de capital extranjero en el mercado de valores vietnamita. En el último tiempo, los inversores extranjeros han vendido acciones vietnamitas en la Bolsa de Valores de Ho Chi Minh por un costo de 2,6 mil millones de dólares desde principios de año.