Según Vu Duc Giang, presidente de la Asociación de Textiles y Confecciones de Vietnam (Vitas), la reducción de alrededor de dos mil millones de dólares en el valor de las exportaciones era inevitable, debido a las fuertes fluctuaciones del mercado y a los cambios en las políticas internacionales durante 2025.
La escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la imposición de nuevos aranceles, el complejo entorno geopolítico y la caída del consumo en Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han afectado directamente a los mercados tradicionales y a los principales productos del sector.
El ajuste del gasto de los consumidores ha obligado a las empresas a aceptar pedidos pequeños, plazos de producción y entrega más cortos, lo que ha reducido significativamente los márgenes de beneficio.
En este contexto, las compañías deben reajustar de forma continua sus planes de producción, diversificar mercados y cumplir requisitos cada vez más estrictos en materia de sostenibilidad, trazabilidad y estándares ambientales para mantener su credibilidad ante los socios internacionales.
Los desastres naturales registrados en el centro y el norte del país a finales de 2025 provocaron la paralización temporal de numerosas fábricas, incrementando los costos logísticos y retrasando las entregas.
Al mismo tiempo, la cadena de suministro mundial se vuelve cada vez más vulnerable debido a nuevas barreras arancelarias, como el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) y normas de origen más estrictas, lo que impulsa a las marcas internacionales a diversificar sus centros de producción.
El director general del Grupo Textil de Vietnam (Vinatex), Cao Huu Hieu, señaló que el sector enfrenta una competencia cada vez más intensa y una fuerte dependencia de insumos importados: el 100 por ciento del algodón, entre el 90 y el 95 por ciento de la fibra, así como la mayoría de los productos químicos y tintes. Además, la limitada participación en etapas de mayor valor añadido —como el diseño, la construcción de marca y la distribución— sigue siendo un desafío.
De cara a 2030, la industria textil vietnamita aspira a alcanzar 64,5 mil millones de dólares en exportaciones, con un crecimiento anual promedio del 6,5–7 por ciento, y a desarrollar un mercado interno hasta nueve mil millones de dólares. La estrategia se centra en la “transición verde y digital”, el aumento de la tasa de localización por encima del 60 por ciento y el desarrollo de marcas de moda sólidas, avanzando hacia un modelo de crecimiento basado en la calidad, la sostenibilidad y la gestión de riesgos, en lugar de depender de bajos costos laborales.