Ho Chi Minh dedicó su vida a la lucha por la independencia nacional, la liberación y la felicidad del pueblo, la paz, la amistad entre las naciones y el progreso social en todo el mundo. También nos legó su ideología, su moral revolucionaria y su modo de vida.
Como fundador y guía del Partido Comunista de Vietnam, el Presidente Ho Chi Minh hizo especial hincapié en la construcción de un Partido transparente, firme y digno del papel de liderazgo y conductor de la clase trabajadora y de la nación. La base del cumplimiento de esta misión es la sabiduría clara, el razonamiento firme, la moral inquebrantable y la planificación meticulosa.
El héroe nacional concedía gran importancia a la educación y la formación en los principios de la moral revolucionaria. "Nuestro Partido gobierna, por lo que cada militante debe estar imbuido de la ética revolucionaria y mantener la laboriosidad, el ahorro, la integridad, la disposición al servicio de la ciudadanía y el espíritu desinteresado. Debemos proteger la transparencia de la organización para merecer ser un fiel servidor del pueblo."
El Presidente Ho Chi Minh es un símbolo de la moral revolucionaria.
El Presidente Ho Chi Minh es un símbolo de la moral revolucionaria porque a lo largo de su vida fue un ejemplo de laboriosidad, austeridad, integridad, desinterés y disposición a servir a la ciudadanía, a la Patria, al pueblo. Su ideología, moral y estilo de vida es un tesoro invaluable de la nación y motivo de orgullo para generaciones de vietnamitas.
Siguiendo sus instrucciones, estudiando el ejemplo moral de Ho Chi Minh durante el proceso de liderazgo de la revolución vietnamita, nuestro Partido consolida y mejora constantemente su papel de liderazgo, fuerza y prestigio, con valentía, inteligencia, sacrificio personal y esfuerzo incansable de generaciones de cuadros y militantes.
Bajo el liderazgo del Partido, el pueblo logró grandes victorias e hizo milagros en el siglo XX para abrir la era más gloriosa en la historia de la nación, la era de Ho Chi Minh. Ha realizado la renovación y ha alcanzado muchos e importantes logros históricos, reafirmando la posición y el prestigio internacional del país.
La causa de la construcción y el desarrollo del país y la defensa de la Patria plantean nuevas tareas que requieren de los militantes enaltecer la moral revolucionaria. Los cuatro riesgos señalados por el Partido aún existen, están entrelazados e incluso tienen algunos desarrollos más complicados.
Las labores de la construcción del Partido en término de moral han registrado cambios positivos. Las organizaciones partidistas en las localidades y órganos adoptan regulaciones propias sobre los estándares morales, asociados a tareas concretas. Sin embargo, una parte de los cuadros y militantes no han sido pioneros y ejemplares.
Todavía persisten casos de degradación de la ideología política, la moralidad y el estilo de vida, así como fenómenos como la "auto-evolución" y la "autotransformación" interna. En algunos sectores y localidades siguen sin resolverse problemas como la corrupción y la negatividad. Esos son desafíos a la supervivencia del Partido y del sistema político y plantean la necesidad urgente de un sistema de normas morales revolucionarias unificadas, adecuado a las nuevas condiciones y requisitos para la construcción de un contingente de cuadros y militantes calificados y dignos.
La Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido estableció: “Investigar, complementar y perfeccionar las normas éticas revolucionarias de acuerdo con las nuevas condiciones y las bellas tradiciones culturales de la nación, tiene como objetivo servir de base a los cuadros y militantes del partido para cultivarse, formarse y autodisciplinarse”.
Los patrones éticos revolucionarios en el período actual deben basarse en los fundamentos de la teoría marxista-leninista, la ideología, la moralidad y el estilo de Ho Chi Minh, junto a los valores clave como la lealtad al Partido y el compromiso total con el Partido; la benevolencia, la justicia, la sabiduría, la valentía, la laboriosidad, el ahorro, la honestidad, la entereza, la humildad y la sencillez, la unidad, la responsabilidad, la democracia y la disciplina. También deben integrarse constantemente los nuevos contenidos asociados con los puntos de vista y políticas del Partido sobre las normas de conducta de los cuadros y militantes del Partido, teniendo en cuenta las exigencias del país y de la época.
Estos valores guardan una relación dialéctica y, al vincularse en un todo unificado, forman un sistema de patrones morales revolucionarios inherentes a la condición de militante.
Hoy, con motivo del aniversario del nacimiento del Presidente Ho Chi Minh, la Conferencia Científica Nacional "Construir estándares éticos revolucionarios de los cuadros y miembros partidistas en el nuevo período" constituye una actividad significativa y práctica en homenaje a los grandes méritos del gran líder vietnamita.
Sobre la base de un sistema unificado, los sectores y las localidades han comprendido a fondo y aplicado las normas éticas revolucionarias de manera flexible y adecuada con los objetivos, tareas y trabajos específicos, de modo que cada persona se examine y mejore por sí misma.
Las opiniones entusiastas del seminario son aportes valiosos y responsables a la elaboración y el perfeccionamiento de los estándares éticos revolucionarios de los cuadros en la nueva era, así como a la construcción de un Partido y un sistema político limpios e integralmente fuertes. Además, contribuye a la consolidación de un contingente de militantes con ideas políticas sólidas, moralidad probada, estilo de vida puro, pensamiento y voluntad innovadora, de prestigio a la altura de sus funciones y omnipresencia en toda la sociedad.
Sobre la base de un sistema unificado, los sectores y las localidades han comprendido a fondo y aplicado las normas éticas revolucionarias de manera flexible y adecuada con los objetivos, tareas y trabajos específicos, de modo que cada persona se examine y mejore por sí misma.
La práctica estricta de las normas éticas revolucionarias, junto con el estudio y seguimiento del pensamiento, la moral y el estilo de Ho Chi Minh, ayuda a cada militante a mejorar constantemente, contribuyendo así a aumentar el prestigio de la organización partidista, a consolidar la confianza del pueblo en el liderazgo del Partido, a implementar la Resolución del XIII Congreso del Partido, a promover de manera integral la innovación en función del desarrollo socioeconómico sostenible y a la construcción de un país cada vez más rico, próspero y feliz.