Phung Quoc Man, vicepresidente de la Asociación de Artesanía e Industria de Madera de Ciudad Ho Chi Minh (Hawa), dijo que en el contexto de que muchos países, incluido Vietnam, están haciendo esfuerzos para lograr el objetivo de cero neto, la reducción de emisiones se ha convertido en un requisito obligatorio para muchas industrias manufactureras.
El Gobierno vietnamita tiene una serie de programas de acción específicos, entre ellos, una hoja de ruta para desarrollar el mercado de créditos de carbono hasta 2028 con la participación proactiva de las empresas.
Mientras que muchas otras industrias manufactureras consideran la tarea de reducir las emisiones como un desafío, esto se valora una oportunidad para la industria maderera debido a que los bosques plantados son donde se crean los créditos de carbono.
Si el sector vietnamita sabe cómo explotar eficazmente esta fuente de créditos de carbono, no solo contribuirá al objetivo de cero neto sino que también aumentará la eficiencia económica a partir de la financiación verde para los productores forestales.
Según el profesor asociado Nguyen Dinh Tho, director del Instituto de Recursos Naturales y Estrategia de Política Ambiental, como uno de los países líderes en el procesamiento de madera y productos forestales, las políticas de Vietnam apuntan a una silvicultura sostenible que cumpla con los requisitos del mercado, incluidos finanzas verdes y mercados de carbono. Se trata de mecanismos financieros que contribuyen a minimizar los impactos del cambio climático y resolver desafíos ambientales.
Vietnam vendió oficialmente por primera vez 10,3 millones de créditos de carbono forestal para unos 51,5 millones de dólares, de los cuales el país recibió 41,2 millones de dólares y lo desembolsó en su totalidad para planificar el pago a los propietarios de bosques en las provincias centronorteñas de Nghe An, Quang Binh, Thanh Hoa, Ha Tinh, Thua Thien-Hue y Quang Tri.
Nguyen Ngoc Tung, director del Fondo Vinacarbon, comentó que el potencial para crear créditos de carbono a partir de empresas de la industria maderera es muy alto gracias a que los árboles tienen la capacidad de absorber el carbono atmosférico y almacenarlo en madera, o pueden sustituir los combustibles fósiles usándolo como fuente de energía renovable.
Vietnam tiene actualmente más de 14 millones de hectáreas de bosques, de las cuales casi la mitad se emplean en la producción. Si las empresas de la industria son conscientes de que invertir en desarrollo sostenible y reducir las emisiones deviene una tendencia inevitable, sus ingresos no sólo provendrán de las actividades de procesamiento de madera y productos forestales, sino también de los créditos de carbono.
"Cambiar el hábito de manipular los cultivos poscosecha también tiene el potencial de crear créditos de carbono. De hecho, esos productos pueden utilizarse como fuente de insumos para producir biocarbón en la agricultura o en el tratamiento de residuos", dijo Ngoc Tung.
Según los expertos, invertir en la reducción de emisiones para la industria maderera también significa que las empresas cumplan con las regulaciones internacionales sobre manejo y explotación forestal sostenible, aumentando así la competitividad y la capacidad de penetrar en otros grandes mercados, aportando mayor valor a los muebles de madera exportados.
Sin embargo, para crear créditos de carbono, las empresas deben practicar los criterios ESG y deben tener informes de reducción de emisiones.
Los expertos recomiendan que Vietnam debe seguir mejorando los mecanismos y políticas para promover que las empresas participen en la gestión forestal sostenible, utilicen materiales certificados y desarrollen una producción baja en carbono.
Específicamente, resulta necesario centrarse en incentivos financieros para una producción más ecológica y la producción de bienes que no causen deforestación; promover el consumo de madera y productos de madera certificados, así como mecanismos de seguimiento en la producción y consumo de materiales y productos de madera certificados.
Además, el país debe apoyar el desarrollo de capacidades de las partes relevantes en la implementación de actividades de gestión forestal sostenible y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para lograr una alta eficiencia y sincronización.