Vietnam firme en su glorioso camino siguiendo espíritu de la Declaración de Independencia

Un día como hoy, hace 78 años, en la histórica Plaza Ba Dinh (Hanoi), el Presidente Ho Chi Minh leyó la Declaración de Independencia, proclamando el nacimiento de la República Democrática de Vietnam, la primera democracia popular del Sudeste Asiático. Este acontecimiento, unido al éxito de la revolución del 19 de agosto de ese año, ha pasado a la historia nacional como un hito brillante y abrió una nueva era, la de independencia nacional combinada con el socialismo.
Foto de ilustración. (Fuente: Nhan Dan)
Foto de ilustración. (Fuente: Nhan Dan)

La Declaración de Independencia es el documento legal que sirve de base para el establecimiento de un Estado de derecho en Vietnam bajo el lema “Independencia, Libertad, Felicidad”. Ha inspirado la creatividad e iluminado el camino de la revolución de Vietnam en la causa de construcción de un Estado del pueblo, por y para el pueblo.

El Presidente Ho Chi Minh dijo una vez: "Si un país es independiente sin que su pueblo disfrute de felicidad y libertad, la independencia es inútil". Así, se fijó el objetivo cardinal de dirigir la nave de la revolución hacia la victoria final en la lucha por la liberación y la construcción nacional hasta alcanzar las hazañas actuales.

El Presidente Ho Chi Minh lee la Declaración de Independencia, con la que proclama el nacimiento de la República Democrática de Vietnam. (Fotografía de archivo)
El Presidente Ho Chi Minh lee la Declaración de Independencia, con la que proclama el nacimiento de la República Democrática de Vietnam. (Fotografía de archivo)

Al mirar en retrospectiva aquel 2 de septiembre, el pueblo vietnamita siente un aprecio aún mayor por los grandes valores ideológicos sobre derechos humanos que enunció su querido líder en la Declaración de Independencia. Se trata de unos valores perennes.

En la actual época, todo el Partido y el pueblo siguen esforzándose por los derechos humanos y han cosechado logros de importancia a favor del progreso del país. Conviene poner relieve los enormes y orgullosos frutos a los más de 35 años de despliegue de la política “Doi moi” (Renovación), apertura e integración, desafiando cuantiosos retos.

Para seguir firme en su glorioso camino, Vietnam se empeña en cumplir victoriosamente el objetivo de “gente próspera y país potente, democrático, equitativo y civilizado” y ha conseguido resultados cruciales.

Entre ellos figuran el crecimiento económico en constante aumento, la mejora de la calidad de vida de la población, la estabilidad sociopolítica y el mantenimiento con éxito de la defensa y la seguridad. Las instituciones jurídicas se están mejorando gracias a los esfuerzos y a la firme determinación política de las partes implicadas, lo que ha contribuido a la expansión de la cooperación en numerosos campos, al fortalecimiento de las relaciones exteriores y a la promoción de la integración internacional.

A medida que prosiguen con la causa de renovación cabal pese a los sucesos complicados e impredecibles en el mundo y la región, que implican tanto riesgos como oportunidades, el Partido y el pueblo vietnamitas encaran problemas propios como la burocracia, la corrupción y el despilfarro, que amenazan la supervivencia de su sistema político.

Mientras, el deterioro en la entereza política, la moral y el estilo de vida de una parte de los militantes viene erosionando la confianza de las masas en el Partido. Las fuerzas hostiles siempre acechan con la intención de socavar el bloque de gran unidad nacional, difamar y tergiversar la verdad y destruir los logros del país.

Tal situación exige una labor más radical y seria de construcción y rectificación de las filas partidistas. Los militantes deben formarse en términos morales, intelectuales y profesionales para acometer las tareas encomendadas. Otro quehacer –el aprendizaje y el seguimiento del pensamiento, la moral y el estilo de vida del Presidente Ho Chi Minh– deben realizarse dentro y fuera del Partido, con miras a construir un Estado de derecho socialista verdaderamente del pueblo, por y para el pueblo.

En aras de batir la pasividad, la confusión y la falta de cabalidad en el trabajo legislativo, el Comité del Partido en la Asamblea Nacional propuso recientemente al Buró Político la promulgación de la Conclusión 19-KL/TW, dirigida a orientar la formulación de leyes del presente mandato.

Ello ayudará a concretar e institucionalizar la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido, así como permitirá a la Asamblea Nacional, el Gobierno, el Tribunal Popular Supremo, la Fiscalía Popular Suprema, la Auditoría Estatal y organismos pertinentes, actuar con mayor dinamismo y con una visión más inclusiva en la elaboración de leyes, la función fundamental y más importante de un cuerpo legislativo.

Ese mensaje contundente, consecuente e invariable lo han pronunciado dirigentes del Partido y del Estado vietnamitas en numerosos foros de gran envergadura, generando una enorme repercusión.

En un artículo temático, el secretario general del Partido, Nguyen Phu Trong, señaló la construcción de un Estado de derecho socialista como una parte imprescindible del sistema de puntos de vista sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo. Ello pone de manifiesto la naturaleza del proceso, tal y como resaltó el dirigente: “...es una obra larga, extremadamente difícil y complicada, porque deben generarse profundos cambios cualitativos en todos los ámbitos de la vida social”.

Según la Resolución No. 27-NQ/TW, fechada 9 de noviembre de 2022, del VI Pleno del Comité Central del Partido del XIII mandato, la configuración del Estado de derecho socialista de Vietnam debe “enmarcarse en la labor de construcción y rectificación del Partido y un sistema político transparentes y fuertes; enaltecer la fuerza de la gran unidad nacional; movilizar la participación del sistema político con una alta determinación, enormes esfuerzos y acción vehemente, perseverante y eficaz, al servicio culminación exitosa de la causa de construcción y salvaguardia de la Patria, por la prosperidad de la gente y el desarrollo de un país fuerte, democrático, equitativo y civilizado”.

Las lecciones y el espíritu inmortal del Día Nacional 2 de septiembre alentarán e iluminarán para siempre el camino del pueblo vietnamita, inspirándole fe y determinación a mantener vivas las enseñanzas del Presidente Ho Chi Minh sobre un Estado de derecho del pueblo y dirigido por el pueblo, un “Estado de derecho divino” y con supremacía de la ley; un Estado transparente, potente y eficaz.

La Declaración de Independencia y sus valores inmortales, junto con las enseñanzas del venerado Presidente Ho Chi Minh, serán para siempre una antorcha en la travesía de Vietnam hacia la prosperidad y la felicidad.