Sin embargo, todavía enfrentan muchos desafíos para hacer más ecológica la cadena de producción y el mecanismo de ajuste en frontera por carbono.
Los requisitos cualitativos en materia de ecologización se están cuantificando y concretando a través de políticas para fabricantes y consumidores, especialmente impuestos, políticas fiscales sobre el tratamiento de residuos y emisiones.
En el mercado de la Unión Europea (UE) se está centrando en acelerar la implementación de la Estrategia del Pacto Verde Europeo, con el objetivo de reducir las emisiones netas en un 55% para 2030 respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
Según el Ministerio de Industria y Comercio, la Estrategia del Pacto Verde Europeo es un pilar político importante y una dirección general, que crea una base para que la Eurozona ajuste y proponga una serie de estrategias, planes de acción y legalice nuevos paquetes de regulaciones y directivas en muchos campos como el clima, la energía, el comercio, la agricultura, la industria y la economía circular.
De las normativas específicas relacionadas con la industria textil, se destacan el reglamento sobre diseño ecológico de productos sostenibles; directiva sobre residuos; y programa de directrices ampliadas de responsabilidad del productor.
Frente a nuevos requisitos y desafíos, la Corporación textil May 10 ha implementado una producción ecológica en los últimos tres años, con acciones específicas como invertir en maquinaria y equipos modernos, usar menos electricidad, o invertir fuertemente en sistemas de energía solar, electricidad en tejados y vincular cadenas de producción en Vietnam y en el extranjero para utilizar los productos más reciclados y naturales.
Según Than Duc Viet, director general de la Corporación textil May 10, la producción ecológica ya no es una cuestión de quererlo o no, sino que ahora se ha convertido en un requisito obligatorio. La adaptación gradual de las empresas vietnamitas ayudará a exportar bienes de manera sostenible.
Incluso durante el proceso de producción, los combustibles de carbón se están convirtiendo en electricidad de biomasa para garantizar emisiones mínimas de carbono. Se espera que en 2024, si todos los proyectos de la empresa entran en funcionamiento, ayuden a reducir más de 20 mil toneladas de emisiones de carbono.
Mientras, el Grupo de Textiles y Confecciones de Vietnam (Vinatex) ha reducido la huella de carbono durante el ciclo de vida del producto y al mismo tiempo, construido una estrategia de producción verde y circular. Hasta la fecha, en términos medioambientales, la cantidad de electricidad utilizada por los miembros del grupo ha disminuido un 2% respecto a 2022 por unidad de producto.
Sin embargo, según la Asociación de Textiles y Confecciones de Vietnam (VITAS), el corredor legal interno aún es limitado y no existen políticas ni regulaciones específicas sobre la economía circular. Las regulaciones sobre el inventario de gases de efecto invernadero y el impuesto al carbono son aún más lentas que la hoja de ruta de aplicación internacional.
Nguyen Thi Tuyet Mai, vicepresidenta de VITAS, dijo que las principales marcas de moda del mundo eligen cada vez más a empresas ecológicas o exigen a los proveedores que apliquen muchas medidas prácticas ecológicas. Esto se considera una medida para proteger su reputación y filosofía empresarial, cumpliendo al mismo tiempo con normas legales cada vez más estrictas.
Sin embargo, cumplir con los estándares ecológicos en la industria textil requiere enormes costos de conversión y un tiempo muy largo. Si bien la mayoría de las empresas exportadoras de textiles y prendas de vestir de Vietnam son pequeñas y medianas, la transformación de los sistemas de control interno y los inventarios de gases de efecto invernadero necesita cambios más rápidos y menos costosos.
"Por lo tanto, la transformación verde es un camino inevitable, un juego en el que no tenemos otra opción, pero actualmente, más del 80% de las pequeñas y medianas empresas del sector carecen de capital de inversión para cambiar a la producción verde", enfatizó Tuyet Mai.
Para adaptarse a las dificultades, las unidades de la industria textil y de la confección siguen aprovechando las oportunidades del mercado, tienen planes apropiados para la producción y las actividades comerciales, además de adaptarse proactivamente a los estándares de la economía verde y circular.
En este sentido, además de cumplir con los requisitos técnicos ambientales y las políticas de bienestar de los trabajadores, las empresas continúan modernizando el modelo de gestión y garantizando la trazabilidad de la cadena de suministro, e implementando gradualmente programas de capacitación para la transición verde. Este es también el paso específico de Vietnam para lograr su compromiso de "cero neto" para 2050.