Resolución 57 impulsa la ciencia y tecnología como motor del desarrollo

Según el profesor y doctor Tran Dai Lam, director del Instituto de Ciencia de Materiales de la Academia de Ciencia y Tecnología de Vietnam, la comunidad intelectual debe poner en juego la responsabilidad, adoptar los estándares internacionales como referencia y vincular estrechamente la investigación con las necesidades reales del desarrollo.

En consonancia con la Resolución 57, el Instituto ha reorientado su estrategia hacia el desarrollo de nuevos materiales al servicio de tecnologías clave, industrias fundamentales y de la defensa y seguridad nacionales para contribuir directamente al desarrollo socioeconómico.

Dai Lam subrayó la necesidad de una estrategia a largo plazo para la ciencia básica, con una visión mínima de 20 años, centrada en ámbitos fundamentales como la tecnología cuántica, la inteligencia artificial, los nuevos materiales, la biología sintética y la energía de fusión. Paralelamente, resulta prioritario establecer mecanismos para detectar, formar y acompañar talentos desde etapas tempranas, especialmente en las ciencias básicas, con políticas de becas y desarrollo profesional a largo plazo.

Desde la perspectiva de la aplicación práctica, Duong Thi Bich Diep, jefa del Instituto de Economía Verde de la Unión de Asociaciones de Ciencia y Tecnología de Vietnam, afirmó que la Resolución 57 sienta bases importantes para renovar el pensamiento, perfeccionar las instituciones y promover la investigación, la innovación y la transformación digital. El instituto está desplegando programas orientados a necesidades concretas, como la agricultura de alta tecnología, la mejora ambiental y el desarrollo comunitario.

Bich Diep afirmó que la ciencia y la tecnología solo tienen verdadero sentido cuando generan beneficios tangibles para la población, ya que la aplicación de modelos tecnológicos avanzados contribuye a aumentar la productividad, reducir los costos de producción, mejorar el medio ambiente y elevar los ingresos, especialmente en las zonas desfavorecidas, lo que también permite materializar los objetivos de la Resolución 57 de convertir la ciencia y la tecnología en un motor directo del desarrollo económico y social.

El proceso de innovación requiere una coordinación estrecha entre los institutos de investigación, las empresas y los organismos de gestión, en la que los centros de investigación aportan conocimientos y tecnologías, las empresas se encargan de la implementación de los productos y las autoridades perfeccionan las políticas y crean un entorno favorable para la innovación, una articulación que desempeña un papel decisivo en el desarrollo de nuevas industrias tecnológicas y en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo en la próxima etapa.