Aunque Vietnam se ha convertido en un destino principal para multinacionales en electrónica, textiles, calzado y manufactura, su cadena de suministro aún adolece de limitaciones significativas.
Las más recientes estadísticas revelan una brecha preocupante: las empresas de Inversión Directa Extranjera (IED) representan aproximadamente el 73 por ciento del valor de las exportaciones, mientras que la participación de las compañías locales en las cadenas de valor globales es de solo entre un 2,5 por ciento y un 21 por ciento.
Para construir una cadena de suministro mejor, además del esfuerzo interno, se necesita el acompañamiento de socios estratégicos, señaló Nguyen Thanh Nam, subdirector del Departamento de Gestión y Desarrollo del Mercado Interno, dependiente del Ministerio de Industria y Comercio.
Expertos identifican tres obstáculos principales: una baja tasa de localización, la preparación insuficiente de las empresas domésticas y, crucialmente, la escasez de vínculos entre las empresas de IED y las locales. Muchas corporaciones extranjeras operan cadenas de suministro cerradas, lo que dificulta la integración de los proveedores vietnamitas.
Para superar esos cuellos de botella, se propone un enfoque integral. Primero, es esencial desarrollar una infraestructura logística sincronizada que conecte carreteras, puertos, ferrocarriles y aeropuertos con zonas industriales y económicas. Segundo, se debe promover la plataforma digital de la cadena de suministro, aplicando tecnologías avanzadas como cadena de bloques, Internet de las cosas (IoT) e inteligencia artificial para aumentar la transparencia y la eficiencia.
El director general del Central Retail Vietnam, Olivier Langlet, destacó el compromiso de su grupo con el desarrollo de una cadena de suministro moderna y sólida en el país, a través de la centralización de la producción, la digitalización de procesos y la inversión en logística segura y ecológica.
Sin embargo, la pieza fundamental reside en la industria de apoyo. El jefe de la Oficina de la Asociación de Industrias de Apoyo de Vietnam (VASI), Pham Hai Phong, enfatizó que, en un contexto global volátil, las empresas vietnamitas deben ver su participación en las cadenas de suministro como un proceso a largo plazo y centrarse en mejorar su capacidad interna.
Es crucial no solo depender de las cadenas de suministro internacionales, sino también desarrollar cadenas de suministro autónomas a nivel nacional, afirmó Hai Phong.
La solución, según analistas, no puede ser un esfuerzo aislado. Requiere una combinación de un Estado que cree políticas facilitadoras, empresas locales que mejoren sus capacidades, y compañías FDI y socios internacionales que aporten tecnología y experiencia de gestión.
La cooperación estratégica no solo ayudará a Vietnam a resolver los cuellos de botella inmediatos, sino que también abrirá oportunidades para formar una cadena de suministro verde y eficiente.
En última instancia, lo que determinará la posición de Vietnam en el mapa comercial internacional en los próximos años no será el número de puertos o almacenes, sino la profundidad de sus asociaciones estratégicas, la solidez de los mecanismos para fomentar la vinculación y la capacidad real de sus empresas domésticas para integrarse en las cadenas de valor globales.