El triunfo de la Revolución de Agosto transformó Vietnam de una colonia semifeudal a ser un país libre e independiente. Su pueblo escapó de la esclavitud y se convirtió en dueño del país, de la sociedad y de su propio destino. La nación vietnamita entró en aquel otoño a una nueva era, la de la independencia nacional asociada al socialismo. Este acontecimiento, de gran importancia para su época y de profundo significado internacional, inspiró a los pueblos colonizados y oprimidos de todo el mundo a levantarse por la independencia, la democracia y el progreso social.
La victoria de la Revolución de Agosto evidenció los acertados lineamientos revolucionarios, así como el liderazgo sabio y visión estratégica del Partido y del Presidente Ho Chi Minh, reflejadas en la sagaz sincronización del levantamiento. El contingente nacional de militantes, con absoluta lealtad a los ideales revolucionarios e intrépido ante las adversidades, perseveró en comunicar estas directrices al pueblo y movilizó la realización de movimientos revolucionarios hacia un levantamiento general para tomar el control del gobierno en los 15 años posteriores al nacimiento del partido.
Fue, además, la reafirmación de la fuerza de la gran unidad nacional, de las fervientes tradiciones patrióticas, la valentía, la sabiduría y la inquebrantable voluntad heredados de los predecesores y llevados a una nueva altura en la lucha dirigida por el Partido Comunista.
En los últimos 79 años, el espíritu, los frutos y las inestimables lecciones de la Revolución de Agosto han servido de sólida base para que todo el Partido, el pueblo y el ejército vietnamitas mantengan en alto la bandera de la revolución, superen todas las dificultades, obtengan victoria tras victoria y escriban páginas gloriosas en la era de Ho Chi Minh.
Nueve años de tenaz resistencia obraron el milagro de Dien Bien Phu, que “resonó en los cinco continentes y estremeció al mundo”. Veintiún años de lucha heroica requirió derrotar las estrategias bélicas del enemigo y triunfar por completo en la Ofensiva general y el levantamiento de la primavera de 1975, cuya cúspide, la histórica Campaña de Ho Chi Minh, desencadenó a la región sureña y reunificó el país. A estas hazañas siguieron las batallas para defender la Patria en la frontera y el cumplimiento de nobles misiones internacionalistas.
Bajo la sabia dirección del Partido, el pueblo vietnamita ha salvaguardado resueltamente su independencia y autonomía, ha avanzado rápidamente por el camino de la construcción del socialismo, ha llevado a cabo con éxito el proceso de renovación, ha sacado al país de la pobreza y el atraso y ha entrado en un nuevo período de desarrollo en el que el pueblo vive una vida cada vez más próspera y feliz, y el estatus y el prestigio del país en la escena internacional crecen sin cesar.
El país nunca ha disfrutado de la prosperidad, el potencial, la posición y el prestigio internacional de que goza hoy. Orgullosas de los logros revolucionarios, las generaciones de vietnamitas recuerdan siempre las grandes contribuciones del presidente Ho Chi Minh, el brillante líder de la revolución nacional, y las aportaciones abnegadas de millones de héroes, mártires, cuadros revolucionarios, heroicas madres vietnamitas y familias con meritorios servicios a la Patria.
El pueblo vietnamita está decidido a seguir defendiendo los grandes valores de la Revolución de Agosto en la nueva etapa de desarrollo del país y a infundir en todo el Partido, el pueblo y el ejército el espíritu de ardiente patriotismo, orgullo nacional, independencia y autofortalecimiento, solidaridad, unidad y determinación para hacer realidad la aspiración de construir un país próspero y feliz.
Todo el Partido, el pueblo y el ejército están acelerando la implementación de la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido y el plan quinquenal de desarrollo socioeconómico para 2021-2025, imprimiendo un sólido impulso a la siguiente etapa de la transformación de Vietnam en un país en desarrollo de renta alta para 2045, centenario de la fundación del Estado. Al mismo tiempo, se están centrando en la preparación de los congresos del Partido a todos los niveles para el XIV Congreso Nacional del Partido, un nuevo hito en la senda de desarrollo del país.
Los ministerios, sectores y localidades eliminan con prontitud las dificultades y obstáculos, promueven el progreso del trabajo, aseguran el desarrollo sincrónico de todos los campos y mejoran constantemente el bienestar material y emocional del pueblo. Los comités y organizaciones del Partido a todos los niveles siguen impulsando la labor de construcción y rectificación del Partido, que está relacionada con estudiar y seguir la ideología, la ética y el modo de vida del Presidente Ho Chi Minh, mejorar la capacidad del contingente de dirigentes y funcionarios, fortalecer la innovación y la creatividad, y atreverse a pensar y actuar en beneficio del país y del pueblo.
Cada funcionario y militante debe esforzarse por educar y ejemplificar la ética revolucionaria, ser pionero en todos los deberes, cumplir las tareas que se le asignen y ser digno del papel de fuerza central que dirige y une a las masas bajo la bandera revolucionaria para que confíen en la dirección del Partido en el nuevo camino del desarrollo del país.
En el espíritu de la Revolución de Agosto, todo el Partido, el pueblo vietnamita y el ejército vietnamita consolidan constantemente el gran bloque de la unidad nacional, aúnan sus fuerzas y se resuelven a crear milagros en la nueva andadura revolucionaria, la era del avance de la heroica nación vietnamita.