La Resolución establece 15 indicadores clave, destacando la ambición de alcanzar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superior al diez por ciento y llevar el PIB per cápita a un rango de cinco mil 400 a cinco mil 500 dólares.
Este crecimiento se sustentará en una mayor productividad laboral social, proyectada en un aumento promedio del 8,5 por ciento, y una participación de la industria de procesamiento y manufactura en el PIB de casi el 25 por ciento. Se proyecta que la tasa de crecimiento del Índice de Precios al Consumidor se mantenga alrededor del 4,5 por ciento.
En el ámbito laboral y social, los objetivos buscan una mejora en la calidad de la fuerza de trabajo. Se espera que la proporción de la mano de obra agrícola en la población activa se reduzca a aproximadamente el 25,3 por ciento, y que el porcentaje de trabajadores con títulos o certificados alcance cerca del 29,5 por ciento. La tasa de desempleo en zonas urbanas se mantendrá por debajo del cuatro por ciento.
Respecto a la reducción de la pobreza, la meta es rebajar la tasa de hogares pobres (según los estándares multidimensionales) en entre 1 y 1,5 puntos porcentuales.
Se busca tener alrededor de 15,3 médicos y 34,7 camas de hospital por cada 10.000 habitantes, al tiempo que la tasa de participación en el seguro médico se estabiliza en un 95,5 por ciento.
Se requiere que un mínimo del 15 por ciento de las comunas alcancen los estándares de nueva ruralidad, según el Conjunto de Criterios Nacionales para el período 2026-2030. Además, el 95 por ciento de los residuos sólidos urbanos deberá ser recogido y tratado conforme a los estándares técnicos, y el 95 por ciento de los parques industriales y zonas de procesamiento en funcionamiento deberán contar con sistemas centralizados de tratamiento de aguas residuales que cumplan con las normas ambientales.
Con anterioridad, al presentar un informe sobre la recepción y explicación de las opiniones de los diputados, el viceprimer ministro Le Thanh Long enfatizó que, en 2026, el foco estará en la gestión macroeconómica, el control de la inflación y la garantía de los grandes equilibrios; la renovación y explotación de los motores de crecimiento tradicionales y emergentes; y el desarrollo sostenible de los mercados financiero, monetario e inmobiliario.
Destacó la necesidad de aumentar la productividad laboral, mejorar la calidad del crecimiento, reestructurar la economía, diversificar las exportaciones, desarrollar la economía marítima, pasar de la producción agrícola a la economía agrícola, reducir los costos de logística, levantar la “tarjeta amarilla” impuesta a los productos del mar y atraer inversión extranjera directa de manera selectiva.
Además, resulta necesario desarrollar los ámbitos socioculturales, la salud y la educación, mejorar la calidad de los servicios de bienestar social y elevar el nivel de vida de la población, continuó.
Exhortó a centrarse en la implementación efectiva de las resoluciones estratégicas del Buró Político; garantizar la defensa, la seguridad y la estabilidad política y social; intensificar la lucha contra la delincuencia, especialmente los delitos tecnológicos, el fraude en línea y la delincuencia transfronteriza; y prevenir y combatir con firmeza el contrabando, el fraude comercial, la falsificación y los productos de mala calidad.