La humanidad, cualidad compartida por empresarios vietnamitas

En un seminario sobre cultura empresarial convocado por la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Hanói, al ser interrogado sobre la esencia de las empresas vietnamitas, el empresario y periodista Le Quoc Vinh, autor de este artículo, optó por la humanidad y la responsabilidad. Ambas cualidades quizás no sean perceptibles en condiciones de normalidad, pero afloran ante las adversidades.
El presidente del Sindicato del Grupo de Industria de Carbón y Minerales de Vietnam, Le Thanh Xuan, entrega mascarillas contra el polvo a los empleados de la compañía de carbón Nam Mau. (Fotografía: Quoc Khuong)
El presidente del Sindicato del Grupo de Industria de Carbón y Minerales de Vietnam, Le Thanh Xuan, entrega mascarillas contra el polvo a los empleados de la compañía de carbón Nam Mau. (Fotografía: Quoc Khuong)

La prueba para el talento y la moral

La pandemia de Covid-19 ha sido una prueba, pero también una oportunidad para que las empresas vietnamitas demostraran su papel ante los enormes retos planteados por la sociedad.

En los primeros años de la gran resistencia nacional contra los colonialistas franceses, el patriota Trinh Van Bo donó al Gobierno Provisional Revolucionario cinco mil 147 taeles vietnamitas de oro (un tael equivale a 37,5 gramos), casi el doble del presupuesto gubernamental de aquellos días.

Hoy, ante los estragos del nuevo coronavirus, la comunidad empresarial ha aportado centenares de millones de dólares al Fondo de Vacunas contra ese patógeno, la compra de equipo médico y el suministro de toneladas de arroz a los compatriotas necesitados. O simplemente, para ayudar a algún socio en condiciones difíciles y garantizar el salario a los trabajadores mientras sus negocios estaban suspendidos.

Es natural que una empresa recién constituida se concentre primero en producir y vender con fines lucrativos. Pero hasta cierto momento, su misión no se limitará al beneficio propio, sino que se ampliará a los valores que puede aportar al país y su gente.

La humanidad se define por el cuidado de la gente. Las compañías con este valor suelen considerar a las personas como raíz y sus necesidades como eje para las orientaciones de desarrollo. Mejor dicho, el carácter humanista dentro de cada empresario y su entidad consiste en atender las preocupaciones del ser humano en correspondencia con su posible influencia en la sociedad. Las empresas pequeñas se ocupan de sus trabajadores y familiares, mientras las que operan a mayor escala piensan en los intereses de una localidad, un país y hasta del mundo.

“Ya es hora que pensemos en hacer solo lo bueno para el país y la sociedad”, fue una declaración del presidente de un conglomerado privado vietnamita que ha dejado como saldo cambios positivos en los principios de servicio de numerosos empresarios de la actual generación.

Entre ellos figura la directora ejecutiva de una empresa minorista de moda y bienes de consumo. Pese al cierre de más de cien de sus tiendas a causa del bloqueo preventivo activado a raíz de la pandemia de Covid-19, insistió en pagar mensualmente a sus mil empleados y no prescindir de nadie.

No es coincidencia que la Cámara de Comercio e Industria de Vietnam considerara a la humanidad y la ética de negocios como criterios para seleccionar a los Empresarios Destacados de este año. Los laureados deben ser talentosos y a la vez éticos, afirmó Pham Tan Cong, presidente de la entidad.

Crear equidad real

El papel de las empresas es cada vez más reconocido en la sociedad. La posición nacional de Vietnam ha mejorado significativamente en los últimos años gracias a la estabilidad de la economía, a la que han contribuido sustancialmente las firmas.

La organización S&P Global Ratings elevó el 26 de mayo pasado la calificación crediticia nacional a largo plazo de Vietnam a BB+ con una perspectiva "estable".

Anteriormente, las agencias calificadoras Fitch Ratings y Moody's también dieron evaluaciones similares. Según el pronóstico del Banco Mundial, el Producto Interno Bruto del país indochino alcanzará alrededor de 391 mil 920 millones de dólares en 2022 y 424 mil 450 millones de dólares en 2023, para ubicarse en el puesto 42 entre 177 economías. Estos logros se deben, en primer lugar, a los aportes de cientos de miles de compañías nacionales.

En momentos realmente difíciles en que la sociedad y las personas enfrentan grandes desafíos, la mayoría de los empresarios están dispuestos a unirse para encarar las dificultades y resolver las necesidades urgentes de la gente. Cuando las devastadoras inundaciones repentinas ocurridas en el centro del país en 2020, las empresas brindaron apoyos oportunos y efectivos a los damnificados, expresando el espíritu humanitario de la comunidad empresarial.

Por supuesto, no todas las firmas realizan actividades humanitarias. Todavía hay empresarios que colocan la ganancia por encima de los intereses de la comunidad, e incluso se aprovechan las dificultades de la sociedad. Pero son unos pocos entre quienes tienen talento para desarrollar sus negocios y también están listos a implementar la misión de mejorar la vida de las personas y contribuir a la prosperidad de la sociedad. Un presidente de una corporación agrícola dijo que su compañía solo invierte en productos limpios, de alta calidad y seguros. "Solo vendo lo que mi familia puede comer", declaró.

Sin embargo, las empresas todavía enfrentan muchas dificultades provocados por las políticas y mecanismos de gestión inadecuados, que impide la optimización de su capacidad y contribución.

Vietnam dedica un día del año (el 13 de octubre) a los emprendedores, una iniciativa única en el mundo. Esto demuestra la atención del país hacia una comunidad que hace una contribución importante a la creación de beneficios directos a la sociedad. Pero aún queda mucho trabajo por hacer, para crear una real equidad entre los componentes de la estructura de la economía.