Las medidas apoyarán a los prestatarios minoristas y a las pequeñas empresas y resolverán los problemas de deuda de una manera más tangible y sostenible, informó la jefa del Gobierno en una conferencia de prensa.
El Gobierno ha estado tratando de aliviar la carga de la deuda de los hogares de Tailandia, que se considera una restricción al consumo y al crecimiento económico.
El ministro de Finanzas, Pichai Chunhavajira, explicó a los periodistas que el gabinete también acordó permitir que los bancos paguen una contribución anual reducida del 0,23 por ciento de sus depósitos al Fondo de Desarrollo de Instituciones Financieras (FIDF) durante tres años.
Las contribuciones reducidas al FIDF ayudarían a los bancos a apoyar a los deudores, detallaron los funcionarios.
Establecido a raíz de la crisis financiera asiática de 1997, el FIDF fue diseñado para proporcionar asistencia financiera a las instituciones en problemas. Al reducir las contribuciones a este fondo, el Gobierno tailandés pretende liberar capital para que los bancos ofrezcan condiciones de reembolso más flexibles a los prestatarios.
Los préstamos en mora de Tailandia alcanzaron un máximo de tres años del 2,97 por ciento del total de préstamos pendientes en el tercer trimestre de 2024, ya que las pequeñas empresas y los hogares siguieron enfrentándose a desafíos económicos.
Se espera que las nuevas medidas beneficien a aproximadamente 1,9 millones de prestatarios con 890 mil millones de baht (26,28 mil millones de dólares) en préstamos pendientes, lo que les permitirá aplazar los pagos de intereses hasta por tres años y reducir los reembolsos de capital durante este período.
La deuda de los hogares se ha convertido en un lastre importante para la recuperación económica de Tailandia. Hasta el 30 de junio, este indicador en la segunda economía más grande del sudeste asiático alcanzó los 16,3 billones de baht, equivalentes al 89,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
