En un informe para la reunión del G20 celebrada en Venecia, Italia, el grupo señaló que los 15 mil millones de dólares anuales de inversión que recomendaba duplicaban el gasto actual, pero esta cifra era "insignificante" en comparación con los costos de otro brote de una nueva enfermedad contagiosa.
Para llenar las "grandes lagunas" en la preparación para una pandemia, identificó cuatro áreas de acción: la vigilancia de las enfermedades infecciosas, la fortaleza de los sistemas nacionales de salud, el suministro y la entrega de vacunas y otros medicamentos, y la gobernanza mundial.
También consideró necesario crear un Fondo Mundial para las Amenazas a la Salud de diez mil millones de dólares anuales, además de cinco mil millones de dólares para reforzar la Organización Mundial de la Salud y crear servicios específicos para pandemias en el Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo.
Además, según el informe, los países de ingresos bajos y medios deberían agregar alrededor del uno por ciento del Producto Interno Bruto al gasto público en salud durante los próximos cinco años.
El exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers, quien copreside dicho grupo, compuesto por 23 miembros junto con la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, y el exministro de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, evaluó que gastar decenas de miles de millones de dólares podría ahorrar decenas de billones. En ese sentido, expresó un optimismo cauteloso respecto a la posibilidad de aplicar estas recomendaciones.
Como presidente rotativo del G20, Italia estudiará estas propuestas en vísperas de una reunión conjunta de ministros de Economía y Salud en octubre.