El jefe de la misión diplomática, Pham Thanh Binh, señaló que el vietnamita no solo es una herramienta de comunicación útil, sino también un puente crucial que conecta el pasado y el presente, y la Patria con el lugar de residencia de los compatriotas.
Esta actividad educativa permite concretar los lineamientos de Vietnam a favor de la preservación de la lengua materna, la cultura y las tradiciones entre la comunidad connacional en ultramar, lo que estrechará sus vínculos con el terruño, evaluó.
En particular, precisó, cumple con la directriz pronunciada por el primer ministro, Pham Minh Chinh, durante su reunión del 25 de junio con compatriotas vietnamitas en la ciudad china de Tianjin, en el marco de una visita de trabajo.
Resaltó la conservación y el cultivo del idioma como maneras de preservar una parte del alma vietnamita y expresar un fuerte apego a las raíces. Además de ser un lugar donde adquieren nuevas habilidades lingüísticas, las clases son un punto de encuentro para los compatriotas, donde pueden interactuar y compartir su apego a la Patria. Cada sesión les permite comprender mejor la belleza del vietnamita y sentir un mayor orgullo nacional.
El embajador solicitó a los maestros del taller que motivaran a sus estudiantes aplicando métodos de enseñanza innovadores y adecuados a cada colectivo. No solo enseñan el idioma, sino también la cultura y los sentimientos por la tierra natal, recalcó.
Igualmente, Hoang Mai Dien, primer secretario a cargo de la educación en la Embajada de Vietnam en China, indicó que a través de la apertura del curso se continuará difundiendo el vietnamita entre los connacionales en el extranjero de forma práctica y eficaz, con miras a preservar y desarrollar la lengua y la identidad cultural del pueblo vietnamita. Además, se inculcará a los estudiantes un mayor apego hacia la patria y se dará a conocer la cultura vietnamita en China.
Se prevé que el curso, de 30 sesiones, se impartirá en línea dos veces a la semana, cada una de 45 a 60 minutos. Actualmente hay 59 estudiantes inscritos de toda China, divididos en dos grupos: uno para estudiantes con conocimientos previos de vietnamita y otro para principiantes.
Atenderán cada clase cuatro o cinco maestros con títulos universitarios o superiores, muchos de ellos de forma voluntaria.

En nombre de los estudiantes, Zhang Chuhan, una china de ascendencia vietnamita residente en Tianjín, expresó su deseo de aprender el idioma para conocer mejor Vietnam, comunicarse con sus abuelos maternos y llevar a sus amigos chinos de visita al país.