De acuerdo con la entidad bancaria, el crecimiento de Vietnam seguirá siendo impulsado por la expansión de las actividades comerciales, la recuperación más rápida y más fuerte de lo esperado del sector manufacturero y el aumento de viajes nacionales, así como la tasa de desembolso del capital de inversión pública.
El aumento de los precios de las materias primas en el mercado mundial, especialmente los del petróleo, conduce a presiones inflacionarias. Sin embargo, el abundante suministro de alimentos en el país ayudará a Vietnam a controlar la inflación en 2022.
Por lo tanto, según las previsiones del BAD, la inflación de Vietnam será del 3,8 por ciento para 2022 y del 4 por ciento para 2023, sin cambios con respecto a la previsión de abril.
ADB ha reducido su pronóstico de crecimiento económico para los países en desarrollo de Asia y el Pacífico a 4,6 por ciento este año debido a un incremento más lento en China, el endurecimiento de la política monetaria en las economías avanzadas y como resultado de las tensiones entre Rusia y Ucrania.
Esta perspectiva es inferior al 5,2 por ciento previsto por el BAD en abril de este año. El banco también elevó su pronóstico de inflación para la región en medio del aumento de los precios de alimentos y combustibles.
Según el economista jefe de ADB, Albert Park, en toda Asia, el impacto de la pandemia en las economías ha disminuido claramente, pero alcanzar un estado de recuperación completa y sostenible necesita mucho tiempo.
El lento crecimiento de China, junto con las tensiones entre Rusia y Ucrania, ha aumentado las presiones inflacionarias en muchos países, lo cual ha llevado a los bancos centrales de todo el mundo a aumentar las tasas de interés, hecho que restringe el crecimiento.