Como miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) desde 1957, Vietnam ha reafirmado constantemente su compromiso con la seguridad nuclear y el uso pacífico de la energía atómica.
Un paso concreto que refleja este compromiso a largo plazo fue la emisión de la Decisión n.º 245/QD-TTg por parte del Primer Ministro en febrero de 2025, que aprobó el plan maestro para el desarrollo y la aplicación de la energía atómica hasta 2030, con visión hacia 2050. El documento establece objetivos clave, entre ellos el fortalecimiento de la capacidad técnica, la mejora del marco jurídico y la garantía de la implementación segura de las centrales nucleares que se construirán en Ninh Thuan (ahora parte de la provincia de Khanh Hoa).
Posteriormente, el 27 de junio de 2025, con 441 de los 442 diputados votando a favor (92,26 por ciento del total de parlamentarios), la Asamblea Nacional aprobó la Ley de Energía Atómica enmendada, que incorpora diversas disposiciones sobre seguridad radiológica, gestión estatal y mecanismos para la inversión y operación de centrales nucleares.
Al hablar sobre la importancia de la ley recién aprobada, el vice primer ministro Le Thanh Long enfatizó: “La ley contribuye a mejorar la eficacia de la gestión estatal en materia de seguridad radiológica, seguridad nuclear y física; promueve el desarrollo sostenible de las aplicaciones de la energía atómica; cumple con los compromisos y obligaciones internacionales de Vietnam; fortalece la cooperación internacional; y contribuye a impulsar el desarrollo rápido y sostenible del país en la nueva era”.
Sin embargo, según los expertos, además de establecer un marco legal para el desarrollo seguro, eficiente y sostenible de la energía nuclear, Vietnam debe emprender una serie de acciones cruciales, incluyendo el desarrollo de una hoja de ruta integral para lograr su objetivo de garantizar la seguridad nuclear.
Según Vo Van Son, experto en geotecnia nuclear de Edvance (Francia), empresa especializada en el diseño y la construcción de nuevos reactores en todo el mundo, los campos de alta tecnología como la energía nuclear exigen estrictos estándares de seguridad.
Respaldando esta opinión, Kei Koga, profesor asociado de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) de Singapur, afirmó que uno de los mayores desafíos para Vietnam en el proceso de construcción de centrales nucleares es establecer estándares de seguridad estrictos que puedan soportar las vulnerabilidades ambientales de la región.
“El Sudeste Asiático y Vietnam en particular son propensos a desastres naturales como tifones y posibles actividades sísmicas. Este contexto geográfico requiere una infraestructura nuclear que demuestre una resiliencia excepcional y estrategias integrales de gestión de riesgos”, afirmó Koga.
Tran Chi Thanh, director del Instituto de Energía Atómica de Vietnam (Ministerio de Ciencia y Tecnología), compartió la misma opinión. Según Chi Thanh, los incidentes nucleares ocurridos en centrales como Three Miles Ireland (TMI) en Estados Unidos en 1979, Chernóbil en Ucrania en 1986 y Fukushima en Japón en 2010 demuestran la importancia de formar recursos humanos de alta calidad, construir un sistema regulatorio estricto y realizar de forma completa y responsable las tareas de inspección y supervisión relacionadas con la evaluación de seguridad, el diseño, la construcción y la supervisión de las operaciones de las plantas, así como de los sistemas de equipos.
Por su parte, el secretario general de la Red Profesional Nuclear de Vietnam (VietNuc), Pham Tuan Hiep, explicó que construir una cultura de seguridad nuclear no es una simple directiva jerárquica, sino que comienza con una comprensión genuina y una práctica disciplinada.
“Cuando la cultura de seguridad se convierta en algo natural, todos la pondrán en práctica de forma proactiva y consciente en su trabajo”, afirmó Hiep.
Vietnam realiza actualmente simulacros periódicos en respuesta a posibles incidentes nucleares y de radiación para fortalecer la capacidad de mando y coordinación entre las agencias pertinentes y concienciar a la población, promoviendo e implementando así una cultura de seguridad nuclear. Hiep también sugirió incluir conocimientos sobre esta fuente de energía en el currículo de educación general.
“Si bien el currículo actual de física de Vietnam abarca la física nuclear, carece de contenido sobre la operación segura de centrales nucleares. Este es un tema crucial que puede integrarse para mejorar la comprensión de los estudiantes desde una edad temprana”, dijo.

Recursos humanos, clave para la industria nuclear
Los expertos también sostuvieron que para desarrollar la energía nuclear de forma segura y sostenible, los recursos humanos son un factor clave, y que un equipo de expertos altamente cualificados desempeña un papel crucial. En realidad, la mayoría de los problemas relacionados con la seguridad nuclear se deben principalmente a factores humanos, señalaron.
Carl Thayer, profesor emérito de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) (Australia), afirmó que, para garantizar la seguridad, Vietnam debe capacitar continuamente a suficientes ingenieros y técnicos especialistas en tecnología nuclear para gestionar de forma segura todos los aspectos de los reactores nucleares y la tecnología nuclear las 24 horas del día, a medida que Vietnam inicia la construcción y la operación de sus centrales nucleares.
Actualmente, el país indochino cuenta con aproximadamente 400 profesionales trabajando en el sector de la energía nuclear, principalmente en organismos del Ministerio de Ciencia y Tecnología, así como en algunas universidades, institutos de investigación y la Empresa de Electricidad de Vietnam (EVN).
El proyecto “Capacitación y desarrollo de recursos humanos para el desarrollo de la energía nuclear hasta 2035” busca satisfacer la demanda de recursos humanos de las centrales nucleares Ninh Thuan 1 y Ninh Thuan 2 para 2030.
Se estima que ambas centrales requerirán cerca de cuatro mil personas, incluyendo unas dos mil con títulos universitarios o superiores, y más de 600 recién formados en el extranjero.

El papel vital de la cooperación internacional
Además de la capacitación y el desarrollo de recursos humanos, el fortalecimiento de la cooperación internacional desempeña un papel vital para garantizar el desarrollo seguro, eficiente y sostenible de la energía nuclear. Seleccionar al socio extranjero adecuado es una necesidad urgente que exige un proceso de evaluación exhaustivo y bien fundamentado, según los expertos.
Según Kei Koga, las capacidades tecnológicas deben ser la consideración principal, pero esto va mucho más allá de las meras especificaciones técnicas.
“Un socio ideal debe demostrar un conocimiento exhaustivo de la infraestructura nuclear, los protocolos de seguridad y las estrategias de desarrollo a largo plazo”, afirmó.
Al destacar los estándares de seguridad como el criterio más crítico, el experto japonés añadió que los posibles inversores deben demostrar protocolos sólidos de gestión de riesgos, una trayectoria comprobada en la prevención de incidentes nucleares y mecanismos transparentes de respuesta a emergencias.
Esto incluye planes detallados para la mitigación de desastres naturales, sistemas integrales de monitoreo y la conformidad con los estándares internacionales de seguridad establecidos por organizaciones como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), explicó.
También señaló que la política exterior independiente y flexible de Vietnam le otorga una clara ventaja para colaborar con muchos de los principales socios mundiales en tecnología nuclear, como Rusia, Japón, Estados Unidos y China.
Actualmente, Vietnam ha establecido Asociaciones Estratégicas Integrales con 13 países: China, Rusia, India, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Australia, Francia, Malasia, Nueva Zelanda, Indonesia, Singapur y Tailandia.
“La diversidad de relaciones exteriores permite a Vietnam evaluar, comparar y seleccionar proactivamente a los socios adecuados basándose en criterios estrictos como la capacidad tecnológica, el historial de seguridad y los compromisos de apoyo a largo plazo”, opinó.
A nivel regional, Thayer sugirió que Vietnam fortalezca la cooperación con otros países del Sudeste Asiático, como Indonesia y Tailandia, para compartir experiencias en el desarrollo y la gestión del sector de la energía nuclear.
"Los Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) tienen plena capacidad para colaborar y establecer estándares comunes que garanticen la seguridad, la protección y el desarrollo sostenible de la energía nuclear en la región", enfatizó.