Al comenzar el año nuevo, los nietos e hijos visitan a sus abuelos y padres para desearles salud y felicidad. En ese momento, esta dádiva, envuelta en papel rojo, se entrega a los menores de edad para desearles éxito en el estudio o el trabajo y una vida próspera.
Además, el Tet constituye una ocasión favorita de los niños para estrenar ropas, visitar los parques histórico-culturales, asistir a los juegos públicos y saludar a sus parientes, en especial recibir los sobres rojos con dinero de la suerte.
Los menores siempre se educan en ahorrar y gastar ese dinero en asuntos útiles, tales como comprar libros de estudio, en las matrículas o ayudar a los amigos desfavorecidos.
Entretanto, los vietnamitas suelen visitar a vecinos, parientes y amigos en los primeros días del año lunar, llevando los sobres rojos para expresar las felicitaciones tradicionales.
A pesar de la tendencia de comercializar costumbres antiguas por la influencia negativa del desarrollo económico y el mejoramiento de la vida de la población, aún se guardan las costumbres buenas y humanitarias como brindar la suerte y felicidad a todos en el Tet.