En su intervención, Nguyen Dinh Hau, director de la Junta de Gestión de ICRSL, afirmó que el proyecto obtuvo resultados significativos durante sus ocho años de implementación, de 2016 a 2024.
Estos incluyen la finalización de un sistema de monitoreo de aguas superficiales, subterráneas y cambios en las riberas y zonas costeras mediante tecnología de teledetección; el establecimiento del Centro de Datos del Delta del Mekong; y el desarrollo de procedimientos operativos para sistemas de riego clave.
El proyecto también apoyó la transición de medios de vida resilientes al clima e invirtió en infraestructura importante, incluyendo casi 350 kilómetros de diques y terraplenes integrados con caminos rurales, 160 compuertas y puentes, y alrededor de 45 kilómetros de terraplenes para la reducción de olas, diseñados para promover la sedimentación y proteger las zonas costeras.

El viceministro vietnamita de Agricultura y Medio Ambiente, Nguyen Hoang Hiep, describió el programa como una de las iniciativas más exitosas de su tipo.
Destacó el papel del proyecto en el desarrollo de una nueva generación de funcionarios locales con valiosa experiencia y en el fomento de prácticas de producción más sostenibles para los agricultores, sin abandonar la región en busca de medios de vida alternativos.
Sin embargo, puntualizó que el Delta del Mekong sigue enfrentándose a importantes desafíos, como el cambio climático y el aumento del nivel del mar, que avanza más rápido de lo previsto.
A partir del éxito del WB9, el Gobierno de Vietnam el Banco Mundial (BM) han propuesto una nueva iniciativa, a saber el Proyecto de Resiliencia Climática y Transformación Integrada del Delta del Mekong (MERIT o WB11). Con una inversión cercana a los 680 mil dólares, se busca continuar fortaleciendo la resiliencia de la región, con la participación de diez provincias.
Mariam Sherman, directora del BM para Vietnam, Laos y Camboya, afirmó que esta institución financiera mantiene su compromiso de colaborar con el Gobierno vietnamita para desarrollar la siguiente fase de resiliencia y transformación climática del delta del Mekong.
El nuevo proyecto aprovechará y ampliará los resultados positivos del WB9, proporcionando apoyo financiero, experiencia global y alianzas para contribuir a garantizar un futuro resiliente e inclusivo para la región, subrayó.