La cumbre contó también con la participación de 16 jefes de Estado y de Gobierno, así como titulares de organizaciones regionales como la Asean, la Unión Europea, la Unión Africana, la Alianza de Pequeños Estados Insulares y la Comunidad del Caribe.
Durante la cita, los líderes de los países y representantes de organizaciones internacionales expresaron su preocupación por los impactos cada vez más graves del cambio climático sobre la seguridad, el desarrollo y la vida humana.
Consideraron que la comunidad internacional debe actuar con mayor decisión, sobre la base del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, e instaron a los países desarrollados a liderar la movilización de financiación climática y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los delegados reafirmaron su determinación de destacar el papel del multilateralismo basado en el derecho internacional para reforzar la cooperación y la solidaridad internacional, con el fin de alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de 2015 y garantizar una transición energética justa.
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El primer ministro Pham Minh Chinh habla en la cumbre. (Foto: VNA) |
En su intervención, Minh Chinh afirmó que el cambio climático ya es una realidad severa, con impactos graves y profundos en todos los países y personas. Sin embargo, las acciones climáticas aún están muy por detrás de los objetivos del Acuerdo de París, especialmente en cuanto a la financiación climática y los compromisos de reducción de emisiones.
Para enfrentar eficazmente estos desafíos, destacó la necesidad de un nuevo enfoque global, integral, inclusivo y basado en la participación de toda la sociedad. También subrayó la importancia de aumentar la determinación, los esfuerzos y las acciones decisivas, mediante soluciones innovadoras y una implementación más efectiva.
Hizo un llamado a todos los países a unirse, cooperar y defender el multilateralismo, garantizando la equidad, la justicia y una acción conjunta mediante mecanismos de cooperación concretos, sustanciales y viables, con el fin de desbloquear y liberar recursos para hacer frente al cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible.
Sostuvo que la transición verde es una tendencia inevitable, una elección estratégica, un motor de innovación y una prioridad principal, centrada en las personas, para promover un desarrollo rápido y sostenible en los próximos años. Afirmó que Vietnam se compromete a no sacrificar la protección del medio ambiente por un mero crecimiento económico.
Compartiendo que Vietnam está llevando a cabo acciones climáticas de manera urgente, sincronizada, integral y planificada, Minh Chinh informó que el país está trabajando arduamente para perfeccionar las instituciones, mecanismos, políticas y marcos legales necesarios para la transición verde. Esto incluye la planificación nacional, los planes energéticos integrales, las estrategias de desarrollo de sectores clave y documentos que eliminan obstáculos mediante mecanismos nuevos e innovadores en el ámbito energético, así como proyectos para apoyar a las zonas y poblaciones vulnerables afectadas por el cambio climático.
Aunque Vietnam es un país en desarrollo con una economía en transición y recursos limitados, ha logrado algunos resultados positivos, como ser uno de los países líderes en el suministro de energías renovables en Asean, un ejemplo destacado en la promoción de una agricultura verde y sostenible, y un miembro activo y responsable en la mayoría de los mecanismos multilaterales e iniciativas globales sobre crecimiento verde y transición energética, resaltó.
Reafirmando el compromiso con el objetivo de neutralidad de carbono para 2050, el jefe del Gobierno afirmó que Vietnam seguirá siendo un buen amigo, socio confiable y miembro activo y responsable de la comunidad internacional en el camino hacia un desarrollo verde y sostenible.
Pidió a los socios internacionales que se centren en apoyar a Vietnam en materia de financiación, transferencia de tecnologías avanzadas, capacitación de recursos humanos y perfeccionamiento institucional y de gobernanza verde, con el fin de implementar eficazmente los compromisos asumidos y contribuir a la realización de los objetivos del Acuerdo de París.