Tres exembajadores estadounidenses en Vietnam, Michael Michalak, Ted Osius y Daniel Kritenbrink, participaron en un coloquio en Washington con motivo del aniversario para compartir sus reflexiones sobre los éxitos pasados, los desafíos comunes y las oportunidades futuras en beneficio de los pueblos de ambos países.
El legado humanitario: una base de las relaciones bilaterales
Según Daniel Kritenbrink, las actividades humanitarias han constituido un puente para el diálogo entre ambos países. Estados Unidos ha invertido en el tratamiento de las secuelas del agente naranja/dioxina, el desminado y la asistencia a personas con discapacidad en las provincias más afectadas.
Consideró que estas acciones han generado una buena voluntad considerable y continúan desempeñando un papel importante hoy en día.

En cuanto a la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), aseguró que, pese a una advertencia a principios de año sobre la interrupción de algunos fondos, todos los programas han sido aprobados nuevamente y siguen en marcha.
Recordó la notable evolución de las relaciones bilaterales, que pasaron de una guerra destructiva hace 50 años a una asociación estratégica integral, y destacó la buena voluntad, el coraje y los esfuerzos incansables de ambas partes.
La reconciliación, según él, sigue siendo esencial. Cuando falleció el senador John McCain, miles de vietnamitas acudieron a la Embajada estadounidense en Hanoi para firmar el libro de condolencias, incluido un veterano de guerra vietnamita que fue personalmente a rendir homenaje al compromiso de McCain con la reconciliación.
También destacó los esfuerzos conjuntos en la búsqueda de soldados desaparecidos, que ahora se han ampliado para incluir a las víctimas vietnamitas.
La educación: un punto fuerte de las relaciones bilaterales
Para el exembajador Michael Michalak, la educación fue el núcleo de su misión. El número de estudiantes vietnamitas en Estados Unidos se triplicó durante su mandato. Actualmente, Vietnam es la principal fuente de estudiantes del Sudeste Asiático y la quinta a nivel mundial.
Mencionó la visita de 40 profesores de 21 universidades estadounidenses a Vietnam para fortalecer la cooperación académica, subrayando la alta demanda por parte de universidades estadounidenses para acoger a más estudiantes del país indochino.
Ambos países están reforzando sus relaciones en los campos de la ciencia, la tecnología y la innovación. Citó como ejemplo la formación en inglés para estudiantes en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) y la creación del Fondo Internacional para la Seguridad Tecnológica y la Innovación (ITSE, por sus siglas en inglés), que servirá como base para futuras colaboraciones en semiconductores, minerales y más.
Recordó las declaraciones del secretario general del Partido Comunista de Vietnam (PCV), To Lam, sobre el gran potencial de cooperación en tecnologías avanzadas como los semiconductores y la inteligencia artificial.
El camino hacia una asociación comercial de primer nivel
El exembajador Ted Osius subrayó que la decisión del Partido Comunista de Vietnam de integrarse en la economía internacional en 1986 fue determinante. Esta orientación se ha mantenido constante y ha permitido los avances posteriores.
Señaló que otro punto de inflexión fue la decisión de Estados Unidos de negociar un acuerdo comercial bilateral, lo que facilitó la adhesión de Vietnam a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En 1996, el comercio bilateral apenas alcanzaba unos cientos de millones de dólares; hoy en día, asciende a unos 132 mil millones de dólares. Según Osius, el desarrollo económico de Vietnam se debe a la normalización de las relaciones, la firma del acuerdo comercial (2002) y la pronta adhesión a la OMC.
El año 2008 marcó un punto de inflexión, cuando los inversores globales comenzaron a ver a Vietnam como un destino prometedor, respaldado por importantes reformas.
Osius recordó que, durante la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2024, el secretario general del PCV, To Lam, invitó a los socios estadounidenses a apoyar a las empresas vietnamitas para fortalecer sus capacidades de producción, participar en cadenas de suministro globales y ofrecer becas a estudiantes vietnamitas en áreas como la inteligencia artificial, la electrónica y los semiconductores.