La certificación ASC, establecida por el Consejo de Administración de la Acuicultura (Aquaculture Stewardship Council), es un estándar reconocido a nivel mundial para una acuicultura responsable. Los productos con esta certificación gozan de una ventaja competitiva en mercados exigentes como Alemania, el Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y Japón.
Vietnam cuenta actualmente con más de 58 granjas del pescado pangasius certificadas por ASC, con una producción superior a 210 mil toneladas en 2024, exportadas a 61 países, principalmente mercados de alto nivel con estrictos requisitos ambientales, sociales y de inocuidad alimentaria.
Estas granjas presentan una eficiencia destacada, con un ahorro promedio de 140 metros cúbicos de agua por tonelada de pescado, una productividad superior al 70 por ciento y una tasa de control de enfermedades cercana al 90 por ciento, lo que reduce costos y mejora la competitividad.
En el delta del Mekong, el número de granjas acuícolas certificadas por ASC ha aumentado rápidamente, promoviendo la formación de cooperativas y modelos de cadena de valor vinculados a empresas procesadoras. Esto permite a los criadores acceder a financiación, tecnología y mercados estables, mejorando sus ingresos.
Además de ASC, el sector acuícola vietnamita también aplica otras certificaciones internacionales como Global GAP y BAP, orientadas a una producción limpia, segura y responsable, con el objetivo de elevar el valor del producto, ganar la confianza de los consumidores, ampliar mercados y contribuir al desarrollo sostenible.
Sin embargo, la nueva versión del estándar ASC presenta dificultades para las empresas y criadores.
De acuerdo con Tran Hoang Yen, subdirectora de la oficina de representación de la Vasep, existen 10 grupos de obstáculos, incluidos requisitos sobre antibióticos, zonas de amortiguamiento, gestión de residuos y trazabilidad. Algunos antibióticos permitidos por la Unión Europea están prohibidos por ASC, y viceversa. Además, las normativas sobre trazabilidad (CoC) generan preocupación por la posible filtración de datos comerciales sensibles.
Koji Yamamoto, director general de ASC en Japón y representante de ASC en el Sudeste Asiático, explicó que el estándar ASC es de carácter internacional e integra múltiples marcos regulatorios, lo que puede generar incoherencias.
No obstante, ASC dispone de un mecanismo de "ajuste solicitado" que permite modificaciones o soluciones alternativas viables. En cuanto al uso de antibióticos, las granjas pueden mantener la certificación, pero los lotes correspondientes no podrán llevar la etiqueta ASC al exportarse. A partir de octubre de 2025, será obligatorio utilizar alimentos acuícolas procedentes de fábricas certificadas por ASC.
Adaptarse a las nuevas exigencias de ASC representa tanto un desafío como una oportunidad para que las empresas vietnamitas innoven, eleven el valor de sus productos y respondan a la tendencia mundial hacia un consumo más sostenible.