Según la cartera, la transformación digital se presenta como una tendencia inevitable y una palanca estratégica que impacta directamente a la ciudadanía, las empresas y la comunidad creativa en los ámbitos de la cultura, el deporte, el turismo y la familia.
La estrategia hace hincapié en la creación de una infraestructura digital coherente, el desarrollo de bases de datos especializadas unificadas y la garantía de la seguridad de la información para mejorar la eficiencia de la gestión gubernamental y la calidad de los servicios públicos.
Para 2030, el Ministerio se propone establecer el gobierno electrónico dentro del sistema ministerial, evolucionando gradualmente hacia un gobierno totalmente digital; modernizar los métodos de gestión; innovar los modelos operativos de las organizaciones y empresas; y desarrollar una cultura y ciudadanía digital.
Se compromete, en particular, a garantizar que el 100 por ciento de los servicios públicos elegibles estén disponibles en línea e integrados en el Portal Nacional de Servicios Públicos.
La estrategia consta de dos fases. La primera fase, de 2025 a 2027, se centra en sentar las bases y acelerar la transformación. Este periodo es crucial para perfeccionar el marco institucional, invertir en infraestructura técnica, digitalizar datos esenciales y fortalecer las competencias digitales básicas del personal y la ciudadanía.
La segunda fase, de 2028 a 2030, busca la integración plena y la creación de nuevo valor a partir de las tecnologías digitales y los datos, marcando el paso de una simple digitalización a una transformación digital sustancial donde los datos se convierten en un activo estratégico.