Estas orientaciones no solo contribuyen a perfeccionar el marco teórico del desarrollo sostenible basado en la cultura y las personas, sino que también responden a las exigencias prácticas a medida que Vietnam avanza en una etapa de profunda integración internacional y con una firme aspiración de ascenso.
Cultura y personas en la era del ascenso nacional
Tras 80 años desde su fundación y 40 años de Doi Moi (Renovación), Vietnam entra en una nueva fase histórica, descrita por el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, como la era del ascenso de la nación.
El profesor doctor Tran Ngoc Them, destacado investigador vietnamita en estudios culturales, señaló que la integración representa el camino del desarrollo, mientras que la aspiración encarna su fuerza motriz. La cultura y las personas, subrayó, son el alma del desarrollo y la fuente de energía que transforma la aspiración en realidad.
En la era de la integración y la aspiración, la cultura actúa como identidad, memoria colectiva y cimiento espiritual de la nación, garantizando una integración profunda, humana y con carácter nacional. Esto permite a Vietnam integrarse sin perderse a sí mismo y absorber valores globales preservando su identidad cultural, afirmó durante la conferencia científica internacional celebrada en Ciudad Ho Chi Minh los días 19 y 20 de diciembre.
Asimismo, destacó que las personas, dotadas de conocimiento, ética y creatividad, son a la vez el sujeto y el objetivo del desarrollo. Los vietnamitas de hoy no son solo ciudadanos de una nación, sino también ciudadanos globales con una sólida base cultural, capaces de armonizar tradición y modernidad, así como valores nacionales y universales. De este modo, el factor humano se convierte en decisivo para el éxito de la integración y la aspiración nacional.
Los borradores de documentos del XIV Congreso Nacional del Partido reafirman el objetivo de construir una cultura vietnamita avanzada, impregnada de identidad nacional, basada en sistemas coherentes de valores nacionales, culturales y familiares, así como en estándares del pueblo vietnamita. Estos documentos subrayan también el desarrollo integral del ser humano y la creación de un entorno cultural sano y civilizado, acorde con la formación del nuevo ciudadano vietnamita socialista.
Por su parte, el profesor asociado doctor Trieu The Hung, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Culturales y Sociales de la Asamblea Nacional, señaló que la profunda integración internacional, junto con la rápida transformación digital y el auge de la inteligencia artificial, ofrece grandes oportunidades, pero también plantea desafíos sin precedentes. Estos procesos están redefiniendo los sistemas de valores, las normas morales, los estilos de vida y las identidades culturales.
En ese contexto, enfatizó la necesidad de que la cultura se anticipe, acompañe y oriente el desarrollo, situando a las personas en el centro de todas las políticas y garantizando al mismo tiempo la armonía entre el crecimiento económico, el desarrollo cultural y el progreso social.
Fortalecer los recursos culturales y creativos
Los expertos coinciden en que, en la era de la integración y el desarrollo, la cultura y las personas vietnamitas constituyen tanto la base como la fuerza motriz del crecimiento sostenible. Una integración exitosa no puede lograrse a costa de la identidad, ni una aspiración duradera puede alcanzarse sin colocar a las personas en el centro del proceso de desarrollo.
Los recursos humanos culturales y creativos desempeñan un papel clave en la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible, basado en el conocimiento y la innovación. Estos recursos contribuyen al crecimiento verde inclusivo, al fortalecimiento de la identidad cultural, a la cohesión comunitaria, a la innovación, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y actúan como puentes en la integración internacional.
Investigaciones del doctor Thai Tri Dung y sus colegas de la Universidad Hung Vuong, en Ciudad Ho Chi Minh, indican que los recursos humanos culturales y creativos son esenciales para el desarrollo económico, social y ambiental. No obstante, la escasez de personal altamente cualificado y las limitaciones en la formación siguen siendo desafíos significativos.
Aunque Vietnam cuenta con cerca de 51 millones de personas en edad laboral y una estructura demográfica favorable, solo alrededor del diez por ciento de los trabajadores de las industrias creativas recibe formación especializada y formal, mientras que las políticas de apoyo a este sector continúan siendo fragmentadas.
Para subsanar estas brechas, los expertos abogan por impulsar reformas institucionales, innovar en la educación y la formación, y fortalecer las alianzas público-privadas.
Según la profesora asociada y doctora Le Chi Lan, de la Universidad de Saigón, la educación es el factor decisivo para el desarrollo sostenible y un motor clave del crecimiento a largo plazo de Vietnam.
Reafirmar a las personas creativas no solo como trabajadores, sino como actores culturales y de innovación, pone de relieve la necesidad de una inversión coordinada y de alta calidad en los recursos humanos culturales y creativos, como base sólida para la aspiración de desarrollo del país.