Así lo afirmó Can Van Luc, experto económico del banco BIDV y miembro del Consejo Nacional Asesor de Políticas Financieras y Moneda, durante un reciente coloquio sobre la macroeconomía de Vietnam, efectuado bajo el auspicio del Instituto de Investigación Económica y Política (VEPR).
En el acto, señaló las dificultades de la nación indochina en el control del déficit en servicios y la necesidad de equilibrar la balanza comercial.
Las previsiones muestran que la economía global está entrando en una fase de crecimiento más lento, con un crecimiento del 3,2% al final de 2024, ligeramente inferior al 3,3% de 2023 y al 3,5% del período 2011-2019.
Mientras tanto, los riesgos geopolíticos siguen siendo altos, y los obstáculos de la política comercial global comienzan a aumentar drásticamente con las previsiones de incrementos de impuestos después que el presidente estadounidense Donald Trump asuma formalmente el poder.
En particular, se prevé que el proteccionismo comercial se triplique en comparación con 2019. Las investigaciones antidumping serán una herramienta bastante popular este año, advirtió Van Luc.
Ese contexto internacional sin duda dificultará los objetivos de elevar la tasa de crecimiento de las exportaciones y la inversión en 2025. Incluso si se realizan esfuerzos para continuar impulsando la inversión pública, solo añadirá unos pocos puntos porcentuales al crecimiento.
La inversión total de la sociedad representa aproximadamente entre 37% y 40% del PIB, del cual el sector privado representa el 56%. El consumo final, que incluye tanto el de los ciudadanos como del Gobierno, ocupa actualmente alrededor del 62,5% del PIB.
Por lo tanto, el experto señaló que el motor del crecimiento este año se basará en la fuerza interna.
Se identifica el crecimiento basado en el sector privado nacional, pero Van Luc expresó preocupaciones por los numerosos desafíos que enfrentan las empresas.
Estos incluyen los riesgos legales relacionados con las complicaciones en la valoración de tierras y los altos costos de insumos, específicamente el aumento significativo de los salarios y el incremento de aproximadamente 30% en los costos logísticos.
En 2024, aunque la tasa de crecimiento de la inversión privada mejoró en comparación con el 2,7% de 2023, solo alcanzó alrededor del 7%, menos de la mitad del nivel anterior al período del Covid-19 (17%), reveló.
Por lo tanto, propuso emitir una nueva resolución sobre el desarrollo económico privado, en sustitución de la Resolución 10-NQ/TW de 2017 sobre el desarrollo de la economía privada para convertirse en una fuerza motriz importante de la economía de mercado con orientación socialista, ya que muchos contenidos no se han implementado de manera decisiva.
En el acto, los especialistas del VEPR también presentaron algunas recomendaciones sobre el tema. En primer lugar, la consolidación de la estabilidad macroeconómica es una base fundamental. Paralelamente, la reforma institucional y la creación de un entorno empresarial favorable servirán como motor del crecimiento. Además, la inversión en desarrollo de infraestructura, la mejora de la calidad de los recursos humanos y el fomento de la innovación son elementos indispensables. Finalmente, la elaboración de una estrategia de desarrollo a largo plazo, clara y efectiva ayudará a alcanzar los objetivos establecidos.