Según la meta trazada, la metrópolis aspira a lograr hasta 2025 que el cien por ciento de los establecimientos dedicados a la producción y comercio al respecto obtengan certificados de seguridad alimentaria o firmen el compromiso de cumplimiento de las normativas relativas.
Asimismo, todo el personal administrativo beneficiado de cursos de capacitación y actualización de conocimientos profesionales constituye otro objetivo mencionado en el plan.
La urbe se propone, además, registrar un aumento interanual de 10 por ciento del índice de superficie destinada al cultivo y cría de animales acuáticos y de instalaciones ganaderas.
Las autoridades locales se esforzarán por elevar ese indicador a 15 por ciento para 2030, de acuerdo con el programa.