La Corte Suprema de Estados Unidos restableció recientemente las restricciones federales que  endurecen el control de las llamadas “armas fantasma”, que proliferan cada vez más en la comunidad. La decisión fue bien recibida por la ciudadanía en tanto demuestra la determinación de prevenir y disuadir la violencia armada, una persistente pesadilla en el país.

Pese a los esfuerzos del gobierno de Joe Biden por detener la violencia armada, Estados Unidos enfrenta una escalada de tiroteos. Esta "enfermedad incurable" no solo siembra dolor y causa preocupación a los ciudadanos, también obstaculiza el desarrollo del turismo debido a la inseguridad imperante en el país.

Más de seis mil niños fueron encontrados muertos o heridos por la violencia armada en Estados Unidos en 2022. Esta cifra refleja la gravedad de un problema de larga data en el país norteamericano y genera una cláusula urgente para garantizar los legítimos derechos de los niños a vivir y desarrollarse en un ambiente seguro y saludable.

Los sucesivos tiroteos ocurridos en escuelas en Estados Unidos en los últimos días hicieron sonar la alarma sobre la violencia armada, un problema persistente en el país. Se supone que la escuela es un entorno seguro y saludable para que los niños aprendan y desarrollen sus habilidades.