Durante una entrevista con corresponsales de la Agencia Vietnamita de Noticias sobre el tema, Shantanu Chakraborty, director nacional del BAD en Hanói, dijo que la base importante para mantener el ritmo de crecimiento en los próximos tiempos será la estabilidad macroeconómica, gracias a que Vietnam continúa con sus políticas fiscales prudentes y las monetarias proactivas y flexibles, aplicadas de 2019 a 2023.
Es importante garantizar que esas políticas se coordinen e implementen de manera efectiva, con vistas a crear un impulso más fuerte para la economía, mientras la inversión pública, el consumo interno y la recuperación de las exportaciones figurarán los tres principales motores del crecimiento de la economía de Vietnam en 2024, enfatizó.
Según Shantanu Chakraborty, Vietnam dispone aún de espacio fiscal cuando la deuda pública estuvo bajo control en un 38 por cietno del Producto Interno Bruto hasta finales de 2022, por lo tanto, la nación indochina necesita seguir promoviendo el desembolso de capital de inversión pública pues deviene una de las medidas de estímulo fiscal prioritarias.
Impulsar la inversión pública en infraestructura ayudará a estimular las actividades económicas, apoyará a las empresas industriales, de construcción y mineras, y brindará más oportunidades de empleo, comunicó.
En corto plazo, Vietnam necesita ampliar su política fiscal, mientras que la política monetaria lleva el carácter de apoyo, indicó.
Se prevé que el mercado mundial seguirá enfrentando muchos desafíos en el período 2023-2024. Esto significa "vientos en contra" más fuertes para economías altamente abiertas y orientadas a las exportaciones como Vietnam.
En ese contexto, las políticas de Vietnam deben ser más proactivas para apoyar a las empresas en la expansión de sus mercados, al tiempo que promueven la explotación de los acuerdos de libre comercio con socios a los que Vietnam se ha sumado, recomendó.
Las medidas y políticas para impulsar los motores del crecimiento pueden complementarse con reformas más sólidas en términos del entorno de inversión empresarial, en aras de reducir la burocracia, mejorar la calidad de los servicios públicos y disminuir los costos de negocios, a fin de brindar más asistencias a favor de las empresas, consideró.
A largo plazo, Vietnam necesita impulsar la inversión pública en la transición a la energía verde, fortalecer la infraestructura para mejorar la competitividad de la economía y consolidar las bases en aras de aumentar la resiliencia y desarrollarse de manera más sostenible, apuntó.
Según el banco, 2023 es un año de numerosas dificultades y desafíos para Vietnam. Sin embargo, en general, su economía ha mostrado una fuerte resiliencia a pesar de las incertidumbres económicas globales y las crecientes tensiones geopolíticas que afectaron a las exportaciones del país sudesteasiático.