La cifra ya supera el total registrado en todo 2024 (5,5 mil millones de dólares), confirmando un año excepcional para este grano vietnamita.
Europa continúa siendo el principal destino; sin embargo, los mercados asiáticos han emergido con un crecimiento acelerado. Entre ellos, Camboya destaca por un incremento inesperado y vertiginoso: en julio, Vietnam exportó a ese país 713 toneladas por 2,7 millones de dólares, con alzas de 406 por ciento en volumen y 460 por ciento en valor.
En el acumulado de siete meses, las ventas alcanzaron 2.231 toneladas y 10 millones de dólares, duplicando las cifras del año anterior. Llama la atención que casi la mitad corresponde a café procesado, lo que refleja la diversificación de la oferta vietnamita y una mayor aceptación en el consumo urbano camboyano.
Expertos señalan que la subida responde tanto a la creciente preferencia de los consumidores camboyanos por productos vietnamitas, considerados de buena calidad y precios competitivos, como a la interrupción de ciertas fuentes locales de suministro, que generó una ventana de oportunidad para el café vietnamita.
Paralelamente, el comercio bilateral se ha expandido de manera sostenida, superando los 7 mil millones de dólares en siete meses y con la meta de alcanzar los 20 mil millones en los próximos años, tras los compromisos asumidos por los primeros ministros Pham Minh Chinh y Hun Manet en la Cumbre 2025 de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, China.
En un plano más amplio, 2025 se perfila como un año de hitos para el café vietnamita. Según la Asociación de Café y Cacao de Vietnam (VICOFA), en solo diez meses del ciclo 2024-2025 (de octubre de 2024 a julio de 2025) se exportaron 1,35 millones de toneladas, generando 7,5 mil millones de dólares, el valor más alto de la historia pese a una leve reducción en volumen.
Los precios internacionales, impulsados por la oferta limitada y la creciente demanda mundial, alcanzaron picos históricos hasta 5.800 dólares por tonelada de robusta y 9.200 dólares por tonelada de arábica en febrero, con precios internos que llegaron a 135.000 VND/kg.
La combinación de altos precios, demanda sostenida en Asia y la inminente entrada en vigor de normas ambientales europeas que favorecen a Vietnam frente a otros competidores, está configurando un escenario en el que el país no solo afianza su liderazgo en Europa, sino que amplía su influencia en mercados emergentes como China y, más recientemente, Camboya.
Con una producción estimada de 1,9 millones de toneladas en la próxima cosecha, el sector confía en consolidar su expansión y fortalecer la presencia del café vietnamita como un referente global.