Además de recordar el fin de la conflagración mundial que causó incalculables sufrimientos y pérdidas a la humanidad, la resolución subraya que este evento histórico sentó las bases para la creación de la ONU, cuyo propósito es prevenir futuros desastres bélicos y establecer principios que regulen las relaciones entre los países, promoviendo así el proceso de descolonización.
El documento también llama a los países a intensificar sus esfuerzos por abordar los desafíos a la paz y la seguridad internacionales, evitar amenazas o el uso de la fuerza para violar la independencia e integridad territorial de ningún país, y resolver todas las disputas por medios pacíficos conforme a la Carta de la ONU.
Vietnam, como uno de los principales copatrocinadores de la Resolución, respalda firmemente el contenido esencial de ese documento.
El fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 marcó un punto de inflexión crucial, brindando oportunidades para que el pueblo vietnamita llevara a cabo la Revolución de Agosto, poniendo fin a casi un siglo de dominación colonial y fascista.
Ese acontecimiento transformó al país, que pasó de ser una nación feudal semicolonial a un Estado independiente, símbolo de éxito y fuente de inspiración para el movimiento de liberación nacional y el proceso de descolonización en todo el mundo, reafirmando la indomable determinación y la fuerza del pueblo vietnamita en su lucha por la independencia, la libertad y el desarrollo.