No obstante, para materializar este objetivo resulta imprescindible acelerar la reestructuración de la economía, en particular en los ámbitos de la inversión pública y del sistema financiero-bancario, junto con la renovación del modelo de crecimiento.
Para 2025, Vietnam se ha fijado la meta de lograr un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superior al ocho por ciento. A partir de los indicadores socioeconómicos de los primeros 11 meses de 2025, numerosos expertos consideran que este objetivo es plenamente alcanzable.
Según el experto Nguyen Minh Phong, la posibilidad de alcanzar un crecimiento del ocho por ciento en 2025 es sólida, mientras que la meta de entre 8,3 por ciento y 8,5 por ciento dependerá en gran medida del desempeño del último mes del año, aunque existen fundamentos para el optimismo, dado que tradicionalmente se acelera el desembolso de la inversión pública, así como las exportaciones y el consumo interno. La orientación del Gobierno de garantizar un desembolso del 100% del capital de inversión pública en 2025, sumada a la temporada alta de consumo de fin de año, se espera que impulse el crecimiento económico.
El informe del Gobierno presentado ante la Asamblea Nacional señala que la economía vietnamita continúa demostrando una fuerte capacidad de resistencia frente a los choques externos y mantiene una tasa de crecimiento entre las más altas del mundo. Se prevé que el PIB en 2025 crezca por encima del ocho por ciento, mientras que el crecimiento promedio en el período 2021-2025 alcance el 6,3 por ciento, superior al de la etapa anterior.
En el contexto de los severos impactos de la pandemia del Covid-19 en 2021, el crecimiento promedio del 7,2 por ciento anual durante el período 2022-2025 es considerado un resultado positivo, superando los objetivos establecidos.
Paralelamente al crecimiento económico, el tamaño de la economía vietnamita aumentó de 346 mil millones de dólares en 2020 a alrededor de 510 mil millones de dólares en 2025, situándose en el puesto 32 a nivel mundial. El PIB per cápita en 2025 se estima en unos cinco mil dólares, lo que sitúa al país en el grupo de ingresos medios altos.
De acuerdo con los especialistas, estos resultados constituyen una base importante para que Vietnam se proponga un crecimiento de dos dígitos en el período 2026-2030, con miras a convertirse en un país de ingresos medios altos en 2030 y de ingresos altos en 2045.
Sin embargo, la economía enfrenta numerosos desafíos, como los conflictos geopolíticos, las tendencias de proteccionismo comercial, las limitaciones en la capacidad de las empresas para integrarse en las cadenas de valor globales, así como los crecientes impactos del cambio climático y la contaminación ambiental.
Para superar estos retos, los expertos subrayan la necesidad de redefinir el pensamiento de desarrollo y crear nuevos motores de crecimiento basados en la ciencia y la tecnología, la innovación, la transformación digital y la transición verde, al tiempo que se renuevan los motores tradicionales.
El director del Instituto de Estrategia de Marca y Competitividad (BCSI), Vo Tri Thanh, destacó que la experiencia internacional demuestra que la renovación del modelo de crecimiento debe orientarse hacia un desarrollo sostenible e inclusivo, avanzando hacia una economía verde y combinando la economía real con la digital, en la cual la política fiscal desempeñe un papel clave como motor del desarrollo y la innovación.
Por su parte, el subdirector del Instituto de Estrategia y Política Económica y Financiera, Nguyen Quoc Anh, señaló que Vietnam necesita transformar su modelo de crecimiento de uno extensivo a uno intensivo, tomando la productividad total de los factores (PTF) como indicador central, además de reestructurar la economía hacia la modernidad, con énfasis en la economía digital, la economía verde y la economía circular.
Asimismo, el sector privado debe ser identificado como la fuerza pionera, con políticas que fomenten un entorno de competencia equitativa y promuevan la inversión en alta tecnología y crecimiento verde, contribuyendo así a crear un impulso sostenible para la economía nacional.