La reorganización territorial y la puesta en marcha de un nuevo modelo de gobierno local no son sólo eventos administrativos, sino también cambios estratégicos y una exigencia objetiva e inevitable de la población y del país en su camino hacia el desarrollo sostenible de zonas clave y la creación de entornos dignos del objetivo de la aspiración de "un Vietnam poderoso para 2045".
El modelo de gobierno local de dos niveles no solo elimina el nivel intermedio, sino que, lo más importante, reorganiza el espacio para un desarrollo sostenible, de modo que este aparato esté cerca del pueblo y sirva mejor a la ciudadanía, con el fin de que todos los beneficios pertenezcan verdaderamente a la población.
El Comité Central del Partido define detalladamente las competencias y otorga mayor autonomía a los gobiernos locales, para que cada localidad pueda desarrollarse con dinamismo y creatividad, de acuerdo con su realidad.
Este nuevo espacio de desarrollo se crea sobre la base de una visión a largo plazo, orientada hacia un crecimiento sostenible y científico.
La racionalización del aparato organizativo del sistema político también repercute en la mentalidad de un sector de los cuadros, militantes, funcionarios públicos y trabajadores.
Por lo tanto, esta tarea exige una gran equidad, consenso y determinación política, así como el sacrificio de intereses personales. Sin unidad y cohesión, su proceso de implementación seguramente encontrará obstáculos y problemas.
Para ello, cada cuadro, militante, organización, agencia y localidad debe elevarse por encima de los intereses parciales y de una visión estrecha.
Las formas de pensar, los hábitos y las costumbres pueden haber sido correctos y razonables en el pasado, pero hoy tal vez ya no satisfagan las demandas de los tiempos y los requisitos del desarrollo.