Solo con pasear por aquí, se puede sentir el espíritu del inminente Festival del Medio Otoño.
Las luces brillantes, los puestos de juguetes que se extienden sin fin, la multitud animada que compra, pasea y se toma fotos para guardar recuerdos. Todo ello crea una atmósfera festiva única.
Para muchos, esta también es una oportunidad para vivir una experiencia inolvidable y capturar momentos divertidos en esta pequeña "tierra mágica" de Hang Ma durante el Festival del Medio Otoño.
El tò he, un juguete imprescindible en los antiguos festivales, transmite un profundo mensaje cultural e histórico. Ofrece a los turistas extranjeros el espíritu auténtico del otoño tradicional vietnamita.
Con su nuevo atuendo lleno de vida y color, la calle de Hang Ma no solo es un lugar de comercio, sino también un escenario cultural y de entretenimiento, un puente que enlaza la memoria colectiva, y permite preservar y honrar los valores tradicionales de las generaciones pasadas.