Sector agrícola y ambiental de Vietnam mantiene un crecimiento estable en 2025 pese a la volatilidad global

A pesar de la creciente incertidumbre global y de los impactos climáticos cada vez más severos, el sector agrícola y ambiental de Vietnam mantuvo un crecimiento estable en 2025, consolidando su papel como un pilar clave de la economía, al tiempo que avanza hacia una transformación verde y fortalece la resiliencia ante desastres naturales, afirmó el Ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Tran Duc Thang.

El ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Tran Duc Thang. (Foto: VNA)
El ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Tran Duc Thang. (Foto: VNA)

Al ofrecer declaraciones a la Agencia Vietnam de Noticias (VNA) sobre el desempeño del sector en 2025, Tran Duc Thang señaló que fue un año desafiante, marcado por tensiones geopolíticas, barreras comerciales crecientes y patrones climáticos extremos e irregulares.

Sin embargo, el sector agrícola y ambiental cumplió su papel estabilizador, contribuyendo a la estabilidad socioeconómica y protegiendo los medios de vida de millones de personas.

Uno de los aspectos más destacados fue el crecimiento y las exportaciones. El Producto Interno Bruto (PIB) del sector se expandió más del 3,9 por ciento durante el año, mientras que las exportaciones de productos agrícolas, forestales y pesqueros alcanzaron los 70 mil millones de dólares, superando con creces la meta inicial de 65 mil millones. Estas cifras reflejan no solo la magnitud del sector, sino también su creciente capacidad de adaptación y competitividad frente a choques externos.

Más allá del desempeño económico, 2025 también fue un año importante en términos de reforma institucional y organizativa.

Tras la fusión de dos ministerios, se llevó a cabo una reestructuración decisiva, con unidades simplificadas, mandatos más claros, mayor descentralización y reformas administrativas.

Esto ha permitido que las políticas se traduzcan en acciones más rápidamente, beneficiando a personas, empresas y localidades por igual.

La protección ambiental y el desarrollo ecológico se consolidaron cada vez más como un pilar central. La gestión y conservación de los bosques mostró resultados positivos, mientras que la administración de la tierra, el agua y los recursos minerales, junto con la protección del medio ambiente, evidenció mejoras tangibles, logrando controlar progresivamente los “puntos calientes” de contaminación.

Los programas de desarrollo rural de nuevo estilo y reducción sostenible de la pobreza continuaron generando resultados, sentando las bases para pasar de un crecimiento extensivo a uno más intensivo y de un desarrollo tradicional a uno verde, circular y sostenible.

En cuanto a la agricultura verde y la economía circular, Thang destacó avances en tres frentes.

El primero fue un cambio claro en la mentalidad y las instituciones, integrando la agricultura ecológica, la economía circular y la reducción de emisiones en estrategias sectoriales, planes, programas y normas. Esto ha permitido orientar las acciones desde el inicio, en lugar de gestionar el medio ambiente de manera reactiva.

El segundo fue la transformación de los modelos de producción hacia prácticas ecológicas y circulares en los principales productos. En cultivos, silvicultura, pesca y desarrollo rural, se implementaron y expandieron modelos que ahorran recursos, reducen insumos químicos, reutilizan subproductos y vinculan producción con procesamiento y mercados. Estos modelos ayudan a reducir emisiones, proteger ecosistemas y aumentar el valor agregado y los ingresos de los agricultores.

El tercero fue una aplicación más intensa de la ciencia, la tecnología y la transformación digital. Tecnologías digitales, big data, teledetección, sistemas de trazabilidad y soluciones de agricultura inteligente se están adoptando cada vez más en producción, recursos y gestión ambiental, optimizando insumos y resultados, midiendo emisiones y cerrando progresivamente los ciclos de vida de los productos.

Aunque los resultados aún no son tan completos como se espera, el ministro subrayó que la agricultura verde y la economía circular han pasado claramente de la teoría a la acción concreta.

De cara al futuro, el Ministerio seguirá perfeccionando las instituciones, desarrollando mercados de carbono y finanzas verdes, y alentando a empresas y agricultores a expandir modelos de producción ecológica, en línea con el compromiso de Vietnam de alcanzar emisiones netas cero, indicó.

En materia de respuesta ante desastres, el ministro señaló que 2025 fue un año excepcionalmente difícil, con 21 tormentas y depresiones tropicales en el Mar del Este, inundaciones históricas en varias cuencas y deslizamientos de tierra generalizados. Estos eventos pusieron a prueba la prevención de desastres y la capacidad de adaptación al clima.

El funcionario explicó que la capacidad de respuesta del sector ha mejorado notablemente, gracias a la planificación proactiva de escenarios, una implementación más efectiva del enfoque de “cuatro en el lugar” y monitoreo y dirección continua.

Los diques, embalses y obras de prevención de desastres operaron en gran medida de manera segura, mientras que la preparación temprana y la gestión oportuna de los puntos vulnerables ayudaron a evitar grandes catástrofes. Las previsiones y alertas meteorológicas e hidrológicas jugaron un papel clave, permitiendo evacuaciones a tiempo y protegiendo la producción.

Al mismo tiempo, la experiencia demuestra que los desastres superan cada vez más los “umbrales de diseño” tradicionales, lo que resalta la necesidad de pasar de una respuesta pasiva a una gobernanza proactiva de riesgos basada en ciencia, datos y participación comunitaria.

Las prioridades incluyen modernizar los sistemas de pronóstico y alerta con tecnologías digitales e inteligencia artificial, contar con infraestructura de prevención de desastres resistente al clima, especialmente en el Delta del Mekong y las regiones montañosas del centro y norte, y fortalecer la capacidad local y la conciencia pública.

Para mantener el crecimiento de las exportaciones frente a estándares más altos y mayor competencia, el ministro mencionó soluciones clave: mejorar instituciones y estándares de calidad, reestructurar la producción según cadenas de valor verdes y circulares, diversificar mercados y fortalecer la diplomacia agrícola, promover procesamiento profundo, logística y digitalización, y garantizar el control de enfermedades y la estabilidad de la cadena de suministro.

En todos estos esfuerzos, el objetivo sigue siendo vincular el crecimiento de las exportaciones con mayores ingresos para los agricultores y el desarrollo rural verde y moderno, contribuyendo al desarrollo rápido y sostenible de Vietnam en el contexto del cambio climático.

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