Hace 20 años, el primer ministro del Gobierno firmó la Decisión número 72/2001/QĐ-TTg (fechada el 4 de mayo de 2001), según la cual se estableció el 28 de junio como el Día de la Familia de Vietnam para realzar la responsabilidad de los dirigentes de todos los sectores y a todos los niveles, las asociaciones y organizaciones sociales y la población en la construcción de familias con plenas condiciones materiales, igualitarias, progresistas y felices, además del fomento de la protección, el cuidado y la educación para los niños, a favor de la construcción y la defensa de la Patria.
La cultura familiar constituye una parte fundamental de los valores culturales vietnamitas tanto tradicionales como contemporáneos. La familia es la cuna que nutre, forma y desarrolla la personalidad de cada individuo que la conforma, y una base para el avance de la sociedad.
En una familia, los hijos son educados por sus padres mediante la realización conjunta de los ritos y costumbres (la conmemoración del fallecimiento de los antepasados, la Fiesta del Año Nuevo Lunar, las nupcias y los funerales), así como a través de los ejemplos de comportamiento hacia la parentela y los vecinos.
La práctica de tal cultura dentro de cada familia hace germinar en sus miembros una buena personalidad, el cariño, la humildad, una actitud respetuosa tanto hacia los mayores como a los pequeños, la tolerancia y un gran corazón para la gente. En la tradición de cualquier familia y clan siempre se ve mucho el peso dado a las virtudes como la piedad filial, la gratitud y el respeto de uno al otro, la fidelidad y la armonía.
Cristalizados y transmitidos a lo largo de generaciones, esos valores se han convertido en unos estándares ejemplares de la tradición, que se manifiestan en la percepción, el pensamiento y las acciones de cada persona y constituyen una fuerte identidad cultural de la nación.
Sin embargo, durante los últimos años, en paralelo con el proceso de desarrollo, intercambio e integración, existen aspectos negativos que van desvaneciendo algunos valores culturales y estilos de vida de la familia vietnamita. El apresurado ritmo de vida y la presión de ganarse el pan en la sociedad moderna, marcada por los esfuerzos de integración, rompen la estructura tradicional de una familia y agrandan la brecha generacional entre sus integrantes. El tiempo de calidad que dedican los padres a sus hijos y los allegados entre sí mismos igualmente se encoge.
A la vez, el “boom” de la tecnología de la información y las redes sociales conlleva la divulgación fuera de control de los productos culturales y noticias que propugnan un estilo de vida pragmático, mezclado y que gira en torno al dinero, lo que conduc a la degradación de la moral familiar.
Recientemente, el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo planeó hacer balance de la implementación experimental del denominado ‘Código de conducta en la familia’, en curso desde 2019 en 12 provincias y ciudades, para proceder a multiplicarlo a nivel nacional.
El citado código tiene como objetivo estimular que los miembros de una familia entiendan y cumplan el comportamiento cultural familiar. Es fácil de comprender, memorizar y acatar, con cuatro reglas generales (respetar, tratar con igualdad, amar y compartir) y cuatro vinculadas con específicos contextos (en el matrimonio, de padres a hijos y abuelos a nietos, de hijos a padres y nietos a abuelos, y entre los hermanos).
La puesta en marcha de ese conjunto de normas en la vida se ve como extremadamente necesaria. Tanto en las ciudades grandes como en otras regiones, su despliegue piloto generó cambios drásticos, incluyendo una conciencia mejor de la gente sobre la construcción y la conservación de una felicidad sostenible. Es más, numerosas familias se inscribieron para hacerse ejemplos en la conducta cultural, lo cual recibió una alta valoración de la comunidad.
En toda la sociedad, durante el año pasado, bajo el contexto de prevención y control de la pandemia de Covid-19, el ritmo de vida se ralentizó brindando a los vietnamitas y sus allegados más oportunidades de reunirse y pasar tiempo juntos. De ahí, varias esencias de la cultura familiar fueron despertadas y enérgicamente consolidadas.
La familia es el núcleo o la célula primordial de la sociedad. Solo con su bienestar se puede garantizar una comunidad sana. Para que la sociedad sea cada vez mejor, más humanitaria y más tolerante, debe otorgarse importancia a promover los valores de la cultura familiar.
Multiplicar, divulgar y materializar satisfactoriamente el ‘Código de conducta en la familia’ contribuirán al desarrollo humano en materia de moral, personalidad y estilo de vida, así como al cultivo de los buenos valores tradicionales de la cultura familiar, para promover el papel nuclear de la familia vietnamita en la época de modernización e integración internacional.