Los canales de pago por Internet y dispositivos móviles también registraron un fuerte crecimiento, lo que subraya la presencia consolidada de los pagos digitales tanto en la vida cotidiana como en las actividades empresariales.
En comparación con el mismo período de 2024, el total de transacciones sin efectivo en todo el sistema aumentó un 43,32 por ciento en volumen y un 24,23 por ciento en valor, reflejando una clara transición del uso de efectivo hacia los pagos electrónicos.
Las transacciones por Internet crecieron un 51,2 or ciento en volumen y un 37,17 por ciento en valor, mientras que las transacciones móviles subieron un 37,37 por ciento y 21,79 por ciento, respectivamente.
Además, los pagos electrónicos interbancarios mantuvieron un crecimiento estable, con un aumento del 4,56 por ciento en volumen y 46,87 por ciento en valor, lo que demuestra la expansión del flujo de transacciones entre los bancos comerciales.
En contraste, las transacciones en cajeros automáticos (ATM) cayeron un 16,77 por ciento en volumen y un 5,74 por ciento en valor, reflejando una marcada disminución en los retiros de efectivo a medida que los consumidores se orientan hacia opciones de pago digital más convenientes.
Hasta finales de septiembre de 2025, el número total de cuentas Mobile Money superó los 10,89 millones, de las cuales alrededor de 7,5 millones pertenecen a usuarios de zonas rurales, montañosas, insulares y fronterizas, representando aproximadamente el 70 por ciento de las cuentas registradas y activas.
A través de los servicios de Mobile Money se realizaron más de 290,4 millones de transacciones, por un valor de más de 323 millones de dólares, contribuyendo así a mejorar la inclusión financiera y reducir la brecha digital entre las regiones urbanas y rurales.
Hasta finales de septiembre, 53 organizaciones habían sido autorizadas por el Banco Estatal para ofrecer servicios de pago, de las cuales 49 proporcionan billeteras electrónicas, reflejando un mercado de pagos digitales dinámico y diverso.
Según el banco central, la mayoría de los servicios bancarios básicos ya se han digitalizado, y muchas entidades financieras realizan hasta el 95 por ciento de sus operaciones a través de canales digitales. El ecosistema de pagos digitales continúa expandiéndose e integrándose de manera fluida con los sectores de servicios públicos, telecomunicaciones, salud, educación, comercio electrónico, turismo y administración pública.
Los clientes pueden pagar, comprar, abonar tasas o reservar servicios directamente mediante aplicaciones bancarias o billeteras electrónicas, ahorrando tiempo y costos, y mejorando la seguridad y transparencia de las transacciones.
Las instituciones financieras también están acelerando el uso de inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático (machine learning) y big data para analizar el comportamiento de los clientes, evaluar riesgos crediticios, personalizar productos y automatizar operaciones.
En el marco de la Decisión N.º 06/QD-TTg del Primer Ministro, que aprueba el Proyecto 06 sobre el desarrollo de la base de datos poblacional y la identidad digital nacional para el período 2022–2025, con visión hacia 2030, el sector bancario ha obtenido resultados significativos.
Hasta el 10 de octubre de 2025, se habían verificado más de 132,4 millones de registros individuales y 1,4 millones de registros organizacionales mediante datos biométricos utilizando documentos de identidad con chip o la aplicación VNeID.
Un total de 57 bancos y 39 intermediarios de pago ya han implementado la autenticación de clientes mediante tarjetas de identificación con chip, mientras que 32 bancos y 15 intermediarios han adoptado la verificación a través de VNeID, de los cuales 19 ya operan oficialmente.
Además, 28 bancos y 4 intermediarios han vinculado cuentas de bienestar social con cuentas bancarias a través de la aplicación VNeID, facilitando el pago de subsidios, pensiones y otras prestaciones.
Estos resultados demuestran que la transformación digital del sector bancario vietnamita avanza en la dirección correcta, desempeñando un papel fundamental en el impulso de la economía y la sociedad digital del país.