El reconocimiento del Geoparque Mundial de la Meseta de Piedra de Dong Van, en la provincia de Tuyen Quang, como Destino Cultural Regional Líder de Asia en los World Travel Awards 2025, celebrados el 13 de octubre en Hong Kong (China), dio un fuerte impulso al turismo del norte montañoso.
Antes de ello, la antigua ciudad de Ha Giang había sido distinguida dos años consecutivos como Destino Turístico Emergente de Asia 2023 y Principal Destino Cultural de Asia 2024. Estos galardones, junto con la reorganización administrativa, están consolidando a Tuyen Quang como el “corazón del turismo cultural y experiencial” del norte montañoso.
Desde la perspectiva de inversión, los premios internacionales funcionan como un “sello de garantía” para la credibilidad y el potencial de rentabilidad a largo plazo del destino.
Una vez consolidada la marca, los inversores se animan a aportar capital, las autoridades priorizan la infraestructura y las comunidades encuentran motivación para preservar su identidad y mejorar la calidad del servicio.
La clave ya no es quién posee el capital, sino cómo se utiliza para elevar las experiencias, mejorar la infraestructura y fortalecer las capacidades locales, de modo que cada proyecto se integre en un desarrollo sostenible real.
En ese contexto, el Geoparque Mundial de la Unesco de la Meseta de Piedra de Dong Van se considera un símbolo de equilibrio entre conservación y experiencia, donde naturaleza y cultura se combinan en un atractivo duradero.
Hoang Xuan Don, director del Comité Administrativo del Parque Geológico, subrayó que la autenticidad cultural se mantiene en la vida cotidiana sin necesidad de escenificación, y que la inversión adecuada empieza por capacitar a los pobladores en turismo profesional, higiene, seguridad y preservación de su modo de vida, elemento que cautiva a los visitantes.
Tras los desastres de 2024, muchas empresas optaron por apoyar a la población mediante tours solidarios, en los que los visitantes llevan libros y útiles escolares, apoyan a las escuelas, compran productos OCOP (Cada comuna, Un producto) a su valor real y utilizan servicios gestionados por la comunidad.
Cada noche de homestay, cada tela tejida y cada comida local representan un flujo económico pequeño pero sostenible. La coordinación entre autoridades, escuelas, organizaciones sociales y agencias de viajes ha hecho que la ayuda sea más profesional y equilibrada, convirtiéndose en una forma de inversión social sostenible que empodera a las comunidades.
Según expertos, para crear valor real, la inversión turística debe priorizar infraestructuras esenciales como caminos de acceso adecuados, pequeños estacionamientos, miradores seguros, señalización bilingüe, wifi y sistemas de gestión de residuos.
La “infraestructura blanda” también es clave: formación de anfitriones, capacitación intercultural, apoyo a productos OCOP y orientación a jóvenes en narrativas digitales.
Las experiencias como trekking, motocicletas en la ruta Ha Giang loop, exploración de cuevas, espectáculos comunitarios o talleres de tejido permiten a los visitantes vivir la cultura. Finalmente, la gestión del destino requiere indicadores de seguridad e higiene, mecanismos de reparto de beneficios y un fondo de conservación reinvertido en alojamiento, entradas y tours.