En consecuencia, el lichi exportado a Japón debe cultivarse en huertos que sean inspeccionados, supervisados y que se les haya otorgado el código de área por dicho Departamento. Además, esa fruta debe cumplir con las regulaciones del país importador sobre cuarentena vegetal y seguridad alimentaria.
El lote de lichi enviado debe empaquetarse y ser fumigado con bromuro de metilo, con la dosis mínima de 32 g / m3 en dos horas, en instalaciones reconocidas por el Departamento de Protección Fitosanitaria y la cartera nipona, bajo la supervisión de oficiales de cuarentena vegetal vietnamitas y japoneses.
Además, los lotes exportados deben ser adjuntados con un certificado fitosanitario emitido por dicho Departamento.
Para desplegar efectivamente los envíos de lichi a Japón, la parte vietnamita informará y guiará a las localidades, las empresas y los agricultores para completar con urgencia los preparativos y buscar socios importadores a fin de exportar pronto el primer lote de esta fruta al mercado nipón en la temporada de 2020.
Desde 2018, las empresas japonesas visitaron el área de cultivo de lichi de Luc Ngan, en la provincia norteña de Bac Giang, y trabajaron con los dirigentes locales con el objetivo de considerar la posibilidad de importarlo tan pronto como Tokio abriera oficialmente las puertas a esta fruta.
Japón es uno de los países con las normas de cuarentena y seguridad alimentaria más estrictas del mundo. Por lo que para mantener el envío de lichis a este mercado se requiere una coordinación estrecha y regular de los órganos de gestión estatales con las autoridades locales, las empresas y los agricultores del país indochino para garantizar el proceso de exportación de un lichi limpio y que cumpla con los requisitos de cuarentena y satisfaga a los consumidores.