Según el Departamento de Comercio Electrónico y Economía Digital (Ministerio de Industria y Comercio), el comercio electrónico en Vietnam alcanzará los 30 mil millones de dólares para 2025, con un crecimiento estimado del 25 por ciento, y representa dos tercios del valor de la economía digital.
Ese fenómeno ha sido impulsado por la expansión de internet, la popularización de los teléfonos inteligentes y el desarrollo de plataformas de compras en línea. Los consumidores, atraídos por la comodidad, los precios competitivos y la variedad de productos, han comenzado a sustituir las compras físicas por las digitales.
No obstante, el crecimiento ha traído consigo problemas serios, siendo uno de los más graves la proliferación de productos falsificados y el fraude comercial. En 2025, las autoridades de gestión del mercado descubrieron y sancionaron más de 23 mil 400 casos de infracción relacionados con productos falsificados, la mayoría de los cuales ocurrieron en plataformas de comercio electrónico y redes sociales. Los productos involucrados incluyen cosméticos, ropa, calzado, dispositivos electrónicos, suplementos alimenticios y medicamentos.
Uno de los principales obstáculos para combatir los productos falsificados en el comercio electrónico es que las leyes y regulaciones no se han adaptado lo suficientemente rápido al ritmo de crecimiento del mercado.
La falta de transparencia en la identidad de los vendedores y en el control de la calidad de los productos crea vacíos legales que facilitan la entrada de productos falsificados. Esta situación no solo genera desconfianza entre los consumidores, sino que también provoca grandes pérdidas económicas cada año.
Por otro lado, las sanciones actuales no son lo suficientemente severas como para disuadir a los infractores, ya que las multas son mínimas en comparación con las grandes ganancias que se obtienen de la venta de productos falsificados, lo que lleva a algunos a reincidir.
Tran Huu Linh, jefe del Departamento de Desarrollo del Mercado Interior (Ministerio de Industria y Comercio), ha destacado la necesidad de modernizar los métodos de gestión del comercio electrónico. Según el funcionario, es esencial que los operadores de plataformas de comercio electrónico asuman una mayor responsabilidad en la eliminación de tiendas que vendan productos falsificados.
Asimismo, las autoridades competentes deben intensificar la supervisión y la aplicación de la ley, además de aprovechar las tecnologías de la información para monitorear y alertar sobre los riesgos del mercado de manera más eficaz.
La implementación de sistemas automatizados de monitoreo que utilicen inteligencia artificial para detectar productos falsificados mediante análisis de imágenes y datos de transacciones también es crucial.
Además, es necesario seguir capacitando a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para que puedan adaptarse a la demanda de un mercado de comercio electrónico en constante expansión, donde las transacciones internacionales son cada vez más comunes.
Actualizar los métodos de gestión y reforzar el control del espacio digital son pasos fundamentales para proteger a los consumidores y crear un entorno de negocios en línea seguro y transparente.