Alrededor de 30 niños de Sri Lanka y sus padres han asistido a una clase de idioma vietnamita organizada en la pagoda, la primera vietnamita de su tipo en el país. La mayoría de ellos pueden presentarse con fluidez y cantar canciones populares del país indochino.
Junto con la tradicional fiesta del Tet, el Festival del medio otoño y el Festival Vu Lan (Gratitud filial), los monjes han introducido platos vietnamitas como el rollito de primavera vegetariano y el bun bo Hue (sopa de fideos Hue), y el coco confitado, contribuyendo a difundir el amor por la lengua y la cultura vietnamitas entre la población local.
Además, los monjes han proporcionado apoyo con arroz y becas para niños desfavorecidos.
La embajadora vietnamita en Sri Lanka, Trinh Thi Tam, durante una visita a la pagoda, elogió el trabajo de los monjes y expresó su esperanza de que continúen con su devoción para popularizar la cultura vietnamita en la nación anfitriona.
La pagoda fue construida en 2020 por el maestro Phap Quang, quien ha vivido en Sri Lanka durante años.